Las
vacaciones escolares en la Sierra son el momento ideal para realizar chequeos
médicos integrales. En Ecuador, 1 de cada 3 niños tiene sobrepeso u obesidad, y
en América Latina el 7% necesita corrección visual. Estos problemas afectan su
desempeño académico si no se detectan a tiempo. Aun así, muchos padres solo
actúan ante molestias evidentes, descuidando la prevención.
La Dra. Margarita Barahona, Subgerente
Médica de Humana, recomienda aprovechar el mes de agosto para realizar un
control completo en niños y adolescentes: “Es importante revisar visión,
audición, postura, dentición y el peso adecuado según su edad. También es clave
conversar con ellos sobre cómo se sienten emocionalmente. A veces pequeños
cambios de comportamiento pueden revelar situaciones que merecen atención
profesional.”
Antes del regreso a clases, es
fundamental que los padres estén atentos a señales que pueden pasar
desapercibidas, pero que podrían reflejar problemas físicos o emocionales no
diagnosticados. Dolor de cabeza frecuente, entrecerrar los ojos al leer, cambios
en el rendimiento escolar, irritabilidad constante, dificultad para dormir,
fatiga, pérdida de apetito, postura encorvada, mal aliento persistente o
pérdida de interés en actividades habituales son indicadores que no deben
ignorarse y que merecen una consulta médica oportuna.
Las vacaciones también son una
época en la que se alteran las rutinas de sueño, alimentación y actividad
física. Es común que los niños pasen más tiempo frente a pantallas o que se
descuiden hábitos fundamentales. “Este periodo puede ser ideal para observar
con calma señales físicas o emocionales que durante la rutina escolar se nos
escapan”, agrega Barahona.
El regreso a clases es una
oportunidad clave para fomentar una cultura de prevención en las familias.
Preparar a los niños y adolescentes de forma integral incluye priorizar
chequeos médicos que anticipen cualquier dificultad. Una revisión a tiempo no
solo mejora su bienestar físico y emocional, sino que también impacta
positivamente en su desempeño y confianza. Prevenir es siempre más efectivo que
corregir.