En América Latina, según la
Organización Panamericana de la Salud (OPS), las enfermedades cardiovasculares
siguen siendo la principal causa de muerte entre los hombres, seguidas por el
cáncer de próstata. En Ecuador, el Instituto Nacional de Estadística y Censos
(INEC) reporta que el 60% de los fallecimientos masculinos mayores de 50 años
se deben a causas prevenibles, como los infartos y el cáncer prostático. Pese a
estas cifras, solo 3 de cada 10 hombres se realizan chequeos médicos de forma
regular.
La Semana Internacional de la
Salud Masculina, que se conmemora cada junio, pone sobre la mesa una realidad
alarmante evidenciando que, los hombres acuden menos al médico, ignoran
síntomas persistentes y siguen viendo la prevención como no necesario. Esta
brecha en el acceso y la conciencia se traduce en diagnósticos tardíos,
tratamientos más agresivos y menores probabilidades de recuperación.
“Todo hombre a partir de los
40 años debería realizarse un control anual que incluya examen de próstata
(PSA), perfil lipídico, glicemia, control de presión arterial y evaluación
cardiovascular. Si hay antecedentes familiares, estos controles deben empezar
incluso antes. Además, es importante mantener un estilo de vida activo, con
alimentación balanceada y control del estrés. Cuidarse es un acto de
responsabilidad con uno mismo y con los que nos rodean”, destaca la Dra.
Margarita Barahona, subgerente médica.
Hablar de salud masculina es
hablar de tiempo de calidad, de productividad y de vida plena. Esta semana no
debería ser solo una conmemoración simbólica, sino el punto de partida para
repensar cómo los servicios médicos públicos, privados o prepagados, pueden
acercarse mejor a los hombres y fomentar una relación distinta con el cuidado,
para garantizar su calidad de vida.
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