Empezar a correr no tiene por qué ser un desafío inalcanzable. De hecho, con la guía correcta, puede convertirse en una de las decisiones más gratificantes para mejorar el bienestar físico y mental. Pero, contrario a lo que muchos piensan, no se trata solo de salir a correr kilómetros sin rumbo ni estructura. Como cualquier actividad física, el running requiere de preparación, paciencia y objetivos claros, sobre todo al comenzar.
En Ecuador, donde cada vez más
personas buscan integrar el deporte a sus rutinas cotidianas, el running se ha
convertido en una opción accesible y versátil. No necesita instalaciones, puede
adaptarse a cualquier horario, y no exige una inversión inicial elevada. Sin embargo, a pesar de su popularidad,
muchos comienzan sin la preparación adecuada, lo que puede llevar a
frustración, molestias físicas o incluso lesiones que obligan a abandonar el
nuevo hábito prematuramente.
Según Juan Pedro Pazmiño, product trainer de Mundo Deportivo distribuidor
exclusivo de adidas Ecuador, el error más común es querer avanzar demasiado
rápido. “El cuerpo necesita tiempo para
adaptarse. Lo primero que se debe entrenar es la constancia, no la potencia.
Muchas personas se desmotivan porque intentan correr cinco kilómetros el primer
día y terminan agotadas o con dolor. Es más importante construir una base
sólida que pueda sostenerse en el tiempo.”
En esta línea, adidas comparte
una serie de pautas clave que pueden ser de gran utilidad para quienes están
por iniciar su “running era”,
especialmente en ciudades de altura o con climas variables. Estas
recomendaciones consideran aspectos como el tiempo ideal para comenzar, el tipo
de entrenamiento, el equipo adecuado, la alimentación y la hidratación, así
como la importancia del descanso y el control físico.
El
tiempo, no la distancia, como punto de partida
Una de las creencias más
comunes y erróneas al empezar a correr es pensar en kilómetros. Para
principiantes, enfocarse en el tiempo es mucho más efectivo. Sesiones de 30
minutos, combinando caminata y trote ligero, permiten que el cuerpo se adapte
sin sobrecargas, evitando frustración o lesiones por impacto.
Este enfoque progresivo es
ideal para personas sedentarias o que no han practicado deporte en mucho
tiempo. Alternar períodos cortos de caminata y trote permite trabajar el
sistema cardiovascular, fortalecer las articulaciones y construir una base
muscular estable.
Además, correr a un ritmo que
permita conversar sin perder el aliento, es una forma intuitiva y práctica de
mantenerse en una zona aeróbica, donde el cuerpo mejora su resistencia sin
entrar en fatiga temprana. Incluso hablar por teléfono o con un compañero
durante la caminata puede ser útil para dosificar el esfuerzo.
El equipo
adecuado puede prevenir lesiones
El running puede ser simple,
pero eso no significa que pueda hacerse con cualquier par de zapatos
deportivos. Las lesiones más frecuentes en corredores principiantes como
fascitis plantar o dolor en rodillas suelen estar relacionadas con un calzado
inadecuado, muy rígido o ya desgastado.
Un buen zapato deportivo para
correr debe tener una suela flexible, buena amortiguación y permitir el
movimiento natural del pie. Las líneas de running de adidas, por ejemplo, están
diseñadas para absorber impacto y proteger el arco plantar. También es clave el
uso de medias adecuadas, que eviten la fricción y permitan que el pie respire.
Para empezar no hace falta
invertir en equipo técnico de alto nivel, pero sí es importante cubrir lo
básico. A medida que avanzan los entrenamientos, será más fácil reconocer las
propias necesidades y ajustar la indumentaria de acuerdo a nuevos retos o superficies.
Nutrición,
hidratación y energía: pilares silenciosos del rendimiento
La nutrición y la hidratación
son pilares silenciosos del rendimiento. Aunque no es necesario hacer grandes
cambios, sí conviene realizar algunos ajustes en las comidas antes de entrenar.
Priorizar carbohidratos simples (como frutas, pan integral o avena) y proteínas
ligeras ayuda a tener energía sin sentirse pesado.
Por el contrario, alimentos
muy ricos en fibra o azúcar antes de correr pueden ralentizar el proceso de
absorción del glucógeno y generar incomodidad estomacal.
La hidratación también cumple
un rol crucial, especialmente en ciudades como Guayaquil o Manta donde la
humedad y el calor elevan la sudoración. Si el entrenamiento es por la tarde,
lo ideal es mantener una ingesta constante de agua o infusiones desde la mañana
entre 8 y 10 vasos para que el cuerpo llegue preparado.
En climas más templados o
fríos como Quito o Cuenca, la sensación de sed puede ser menor, pero no debe
subestimarse la pérdida de líquidos, especialmente si se entrena a altitud.
Después del ejercicio, beber agua o una bebida isotónica ayudará a reponer lo
perdido, dependiendo del nivel de sudoración y esfuerzo realizado.
Calentamiento,
estiramiento y descanso: lo que no se ve, pero se siente
El calentamiento y la
recuperación son tan importantes como el entrenamiento en sí. Una caminata
enérgica de cinco minutos al inicio activa el sistema cardiovascular y calienta
los músculos, especialmente si el día es frío. En climas cálidos, puede bastar
con un calentamiento más breve, pero nunca se debe omitir.
Al finalizar, estirar al menos
cinco minutos enfocándose en piernas, cadera y espalda ayuda a liberar
tensiones y prevenir molestias posteriores.
El descanso también es parte
fundamental del proceso. Un plan equilibrado podría incluir cinco días de
entrenamiento y dos de descanso, no necesariamente consecutivos. Esto le da al
cuerpo el tiempo que necesita para regenerar fibras musculares y adaptarse al
nuevo nivel de actividad.
Es común sentir molestias
musculares en los primeros días, pero si el dolor persiste o se intensifica, es
señal de que algo no está funcionando bien. En esos casos, es recomendable
hacer una pausa y consultar con un profesional de la salud.
Correr
con conciencia y propósito
Iniciar en el running no
requiere talento especial ni grandes condiciones físicas, solo compromiso con
uno mismo. El secreto está en avanzar paso a paso, en construir un hábito
sostenible y en disfrutar del proceso sin ansiedad por resultados inmediatos.
“Correr
no se trata de velocidad ni de distancia, sino de construir un hábito que te
conecte contigo mismo. Cuando el cuerpo se mueve con constancia y respeto, la
mente también encuentra su equilibrio.” explica Juan Pedro Pazmiño,
product trainer de Mundo Deportivo distribuidor exclusivo de adidas Ecuador.
Con tecnología, diseño
inteligente y acompañamiento técnico, adidas se convierte en una aliada para
quienes deciden transformar su estilo de vida a través del movimiento. Porque
correr no es competir: es reconectar con el cuerpo, liberar tensiones y descubrir
nuevas metas, al ritmo que cada uno necesite.
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