Aunque
en este 2023 aún no se sienten los efectos más contundentes de este fenómeno,
para la industria azucarera la extensión del invierno, desde ya, simboliza pérdidas
significativas y atrasos en la producción, ya que este año todavía no se ha
podido iniciar la zafra, teniendo como resultado un retraso en la cosecha y
producción por el que se ven afectados todos los actores de la industria a
corto plazo.
Por ello, para tomar precauciones
frente a los posibles efectos arrolladores de
este evento climático, el Directorio de San Carlos, la Presidencia Ejecutiva,
las Vicepresidencias y sus respectivas jefaturas, analizaron los posibles
riesgos del Fenómeno El Niño que a futuro puedan
afectar los procesos de producción, cosecha e infraestructura agrícola y han
preparado planes de contingencia tales como: limpieza de esteros y canales de
drenajes principales, modificación de programas de cultivo y cosecha y
monitoreo de estaciones de bombeo, represas y puentes.
El Fenómeno El Niño es conocido
por su variabilidad y resulta difícil hacer proyecciones precisas, debido a que
puede tener diferentes intensidades y efectos en distintas regiones. Sin
embargo, intercambiando opiniones y tomando como referencia lo ocurrido entre
los años 1997- 1998, mediante la revisión de la información histórica de
meteorología y las tendencias actuales del clima, se podría concluir que existe
una alta probabilidad de ocurrencia de lluvias durante el último trimestre del
año.
Por su parte, San Carlos reafirma su compromiso de mantener informada a la comunidad en general sobre cualquier actualización relevante relacionada con el Fenómeno El Niño y sus posibles efectos en las operaciones de la empresa y continuará tomando todas las medidas necesarias para garantizar la continuidad de sus actividades y el suministro de sus productos.
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Maridueña y la disfruta todo el Ecuador.