Como autor directo del delito de femicidio, Carlos C. fue sentenciado a veintiséis años de pena privativa de libertad. Así lo dio a conocer un Tribunal de Garantías Penales de Cotopaxi al concluir la audiencia de juzgamiento.
El 23 de marzo de 2021, el procesado presentó una denuncia en Fiscalía, indicando que su esposa había desparecido tras una discusión y que suponía que se había trasladado a la casa de sus hijos.
Fiscalía inició la investigación y personal de la Dinased se entrevistó con Carlos C., quien delató lo sucedido e indicó que el 21 de marzo –luego de la pelea– la golpeó con un palo, la metió en unos sacos de yute y la botó en el sector de la comunidad de Maca Grande del cantón Pujilí.
Los investigadores acudieron al lugar indicado por el procesado y encontraron el cuerpo sin vida de la víctima sobre el piso cubierto con paja y dos sacos de yute. El resultado de la autopsia determinó que la causa de muerte fue un traumatismo cráneo encefálico por objeto contundente.
La fiscal Margarita Díaz presentó como pruebas durante el juicio: la autopsia médico-legal, versiones de los agentes aprehensores, pericias técnicas de Criminalística en relación al reconocimiento del lugar los hechos y de evidencias, así como versiones de testigos presenciales, la pericia de ADN y la inspección ocular técnica.
Con estas pruebas, Fiscalía demostró la responsabilidad de Carlos C. como autor del delito de femicidio, tipificado en el artículo 141 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), más la circunstancia agravante del numeral 2 del artículo 142, del mismo cuerpo legal: que exista una relación familiar, conyugal o cualquier otra que implique confianza, subordinación o superioridad.
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