Antes de que se posesione en mayo del 2021 María Brow como nueva
Ministra de Educación del presidente electo Guillermo Lasso, su designación ha
generado controversia por haber laborado en el gobierno del expresidente Rafael
Correa.
Ecuador es un país dónde cuestionamos constantemente a las
personas que asumen un cargo público por A o B motivo, es una suerte de “palo
encebado”, el haber laborado como funcionaria por un largo tiempo de ese
gobierno, hace pensar, inclusive a los maestros que la enseñanza no cambiará,
es decir la educación solo será un cambio de nombre.
Se prevé que la mentalidad es erradicar lo que no ha servido,
por ejemplo, incorporar nuevamente las ramas técnicas que permitirá a esos
bachilleres laborar de forma inmediata. Un exagerado estudio humanista que
interesa más a los que se encamina a la dialéctica y no a los que aspiran a
laborar en el campo tecnológico a automotriz, ha generado imponer
subliminalmente las figuras de los presidentes de turno, no importa lo
ineficaces que sean.
Por otro lado, es vergonzoso e inhumano el derroche de
dinero para las llamadas “colaciones” escolares, probablemente solo un 40% del
estudiantado lo utiliza, más fácil es reprogramar un censo con las psicólogas
del ministerio para establecer que porcentaje del alumnado necesita de esos nutrientes,
así evitaremos que gran parte de esas raciones se pierdan y perezcan en las bodegas
de los colegios, no cumpliendo su cometido, solo para evitar que piensen que
hay discrimen en la repartición de las colaciones.
Aunado a ello es hora que empiecen desde la preparatoria a
inculcar “el manual de Carreño”, porque los iniciados en sus estudios deben
tener claro que el robar, hurtar, conduce a la degradación moral, el aprender
las buenas normas nos lleva al progreso.
Ojalá estos cambios ocurran, de lo contrario seguiremos
estancados y la oratoria de Guillermo Lasso quedará en eso, sería lamentable
esta realidad, tomando en cuenta la millonaria inversión que se hace en el
campo educativo.