No hay que ir lejos para darnos
cuenta de las actitudes deshonestas en que caen ciertos líderes de elección
popular y también funcionarios públicos en la provincia de Santa Elena, el
pueblo observa desconfiadamente de estos cambios en sus patrimonios. Esos
mismos ciudadanos desean que los medios de comunicación investiguemos y hagamos
algo para desnudar su pillería.
Cuando lo pertinente es que las
mismas autoridades de control estatales hagan su trabajo, pero, ellos no
encuentran las irregularidades, ¿debemos los medios de comunicación investigar y
difundir esas argucias para que ellos actúen? Es una situación inexplicable. Será
que Procuraduría, Contraloría, Consejo de Participación Ciudadana y más, no
tienen los suficientes empleados en la provincia de Santa Elena para que se inicie
un control sobre las irregularidades que se observan a simple vista.
Ante tanta abulia, comodidad o
quemeimportismo, de las autoridades de control, calcule estimado lector cuánto
han ganado las autoridades seccionales y funcionarios públicos en los últimos
10 años y porqué esos patrimonios.
Un gobernador gana
aproximadamente $ 3000 dólares mensuales, en un año le ingresa unos 40.000
dólares, ninguno ha durado más de tres años en la provincia de Santa Elena.
Un administrador de Cnel gana $
4000 mensuales, al año unos 52.000 dólares, ninguno ha estado más de tres años
en el cargo, lo máximo que pudieran haber obtenido sería unos 156.000 dólares.
Un director provincial no pasa de
2800 dólares, unos 35.000 dólares al año, si han durado 2 años es mucho, o sea
que sus ingresos serían de 70.000 dólares.
Los alcaldes asumamos que ganan
$6000 en un año serían unos 72.000 dólares, en 5 años del cargo, habrían
devengado unos $ 360.000 dólares.
Si estuvieron en el cargo 10 años,
los ingresos se duplicarían a $ 720.000 dólares.
La ciudadanía se pregunta cómo
con ingresos de 40.000, 50.000, y 60.000 dólares al año, les ha crecido su
patrimonio a algunos. Ostentan carros del año, viajes que alcanzan hasta el
continente europeo y asiático, casas aquí y en otros sitios, etc.
Estas apreciaciones ciudadanas
son difíciles de probar porque a veces el carro, la casa y las cuentas bancarias
no están a nombre de ellos. Tampoco las autoridades pertinentes hacen
seguimientos a los exempleados públicos y autoridades seccionales.
Así el proceso de transparencia
es un simple escrito, la realidad deja muchas interrogantes, mientras eso
suceda veremos deambular a los ex funcionarios y autoridades sin vergüenza alguna
mostrando sus apreciables bienes materiales y si les dan chance quieren ir por más.