Los medios de comunicación
acudimos constantemente a las ruedas de prensa de las autoridades seccionales y
gubernamentales en la provincia de Santa Elena con el objeto de trasmitir esa
información a la comunidad peninsular.
Sin embargo, esas ruedas de
prensa parecen más promociones personales de las autoridades de turno, así lo
han hecho en el caso de las gobernaciones de esta provincia, todas las
anteriores autoridades, sean: Ana Triviño, Gino González, Noralma Zambrano,
Paul Soto, César Palacios, Erick López, y el actual David Sabando.
Para el pueblo santaelenense los
gobernadores poco aportan a su bienestar, son simples autoridades representante
del ejecutivo de turno, que están presentes en todo evento solemne o no.
Sin embargo, están atados porque
no pueden resolver ninguno de los problemas que se presenten en la provincia
por su falta de independencia administrativa y sus limitaciones por ser representante
del presidente de turno.
Es positivo que el gobernador Sabando
mantenga comunicación con los medios, y comente lo que hacen las instituciones
que conforman el aparato gubernamental, sean en educación, salud, servicio
social, obras públicas y hasta turismo, lo preocupante es la diferencia entre
la teoría y la praxis.
Le describía un ejemplo al
gobernador Sabando; el caso del turismo en la provincia de Santa Elena donde el
gobierno dicta las directrices para incrementarla a nivel nacional, sin embargo,
hizo hincapié el gobernador Sabando, que en la provincia de Santa Elena, existe
una Delegación Provincial ubicada en el Centro de Atención Ciudadana con apenas
cinco integrantes, ¿qué pueden hacer 5 burócratas para incrementar el turismo
en la provincia?
Estas mediocridades son las que
mantiene a nuestra provincia de Santa Elena como la de menores ingresos por
habitantes en el país, esta critica no es contra el gobernador actual, es el sistema,
y la inconsecuencia de muchas de las autoridades seccionales que miran para otro
lado cuando se habla del turismo, porque saben que la mayoría de las ciudades
no cumplen con los servicios básicos, peor de nutrirla de belleza y atractivos,
dejando esa posibilidad a nuestra infraestructura primitiva cono son nuestras
playas y el mar.
Ojalá estas realidades cambien,
la esperanza es que nuevos líderes con mayor preparación e ilustración que los actuales pasen
a dirigir la provincia de Santa Elena, incluye esto que no estén contaminados
con la corrupción.