La mitad de los ecuatorianos votaron por la esperanza de un cambio en el estilo de gobierno, la otra mitad sufragó pensando que el nuevo presidente Lenín Moreno, verdaderamente va a cumplir con las promesas de campaña; entre las que destaca; un bono de hasta de $150 (dólares), préstamos para emprendimiento hasta de $15.000, primer empleo, casa propia gratis y más.
Siendo optimista, un gran porcentaje de la población lo único que desea es que la situación actual no empeore.
Si el presidente electo Lenín Moreno, lograra una mejoría con relación a los que las estadísticas oficiales difunden, habrá logrado lo que muchos no creían, recuperar la situación económica, social y cultural del país, con la interacción y apoyo de la empresa privada. Serán los expertos que él escoja lo que abrirán nuevas puertas para la inversión externa.
Y podría el presidente Lenín Moreno hacer más, deshacerse de esos funcionarios que han mimetizado la personalidad del mandatario saliente, mostrando una actitud de mandantes de los ciudadanos y no lo que tanto pregonan que "los ciudadanos son los mandantes de ellos".
Acá en la provincia de Santa Elena, hay que cambiar todo, mucha autoridades han sido cuestionadas por su mediocridad desde la gobernación para abajo, lo mismo los administradores de CNT, CNEL, las direcciones provinciales, y más entidades públicas que solo oralmente hablan de ser serviciales, la realidad muestra lo contrario. Hasta las entidades de control no han sido claras en sus ejecuciones, aunque algunas como Fiscalía y Contraloría no están a su cargo
Ojalá el nuevo mandatario, cambie esa particularidad del presidente saliente donde 40 servidores rotan en cualquier función del estado. Lo que es más, que esa designación de presidente del movimiento Alianza País no lo ate, ni superponga al partido político sobre la ciudadanía.
Un presidente ecuánime no debe trabajar en función de sus amigos sino en función de las necesidades de un pueblo que el voto le dio.
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