Estos cerca de 10 años de procesos electorales de continuos
triunfos del gobierno de turno, probablemente cambie, como se vio en algunas provincias
y cantones con la elección de los gobiernos seccionales el 2014
La no participación del presidente Correa como candidato
facilita el proceso, no hay gobierno simpático sin soluciones para un pueblo
empobrecido y obligado a salir adelante a través de emprendimiento menores que
solo permiten subsistir.
La imagen de las concentraciones masivas a favor de los
simpatizantes de los próximos candidatos es relativa y forzada por la obligada
participación de los empleados públicos, sin embargo, esa imagen no es la
verdad porque el voto es secreto y cada persona que asiste a esos actos sabrá
en su momento analizar y decidir su voto.
Ni los 9 años de campaña en los medios públicos logran la
simpatía general, solo el desafío con la abstracta idea del “pelucón” para redimirlos a que cumplan con la ley y no
tener prebenda algo les sirve.
El pueblo no
académico poco conoce de estadísticas económicas, la estadística es su realidad,
la de no tener trabajo, ni capital para emprender, abuelos, siguen trabajando
para ayudar a sus nietos, antes el desprecio de aprovechar a una juventud con
fuerzas para producir.
Da la impresión que la 35 perderá por sus errores no por grandes
opositores, uno de ellos los actos de corrupción de grandes sumas de dinero,
salido a la luz por la acuciosidad de ciudadanos y medios de comunicación,
quizás por eso “la bronca” del gobierno
contra los medios de comunicación
En ese camino de la corrupción Santa Elena no es la
excepción, lo que sucede es que actualmente no hay las garantías para pedir cuentas y
peor dar pruebas. Nada es eterno y en Santa Elena muchos personajes tienen los
días contados en la función pública y electoral
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