Sin embargo, el ser humano sensible a su gente tiene el gran
potencial de imaginarse infinidad de proyectos para beneficiar a la comunidad,
lo decía Alfred Hitchcock cuando creaba
sus famosas películas de suspenso “La película la tengo en mi mente es cuestión
de irla desarrollando”,
Así deben actuar la mayoría de los políticos que ejercen
administración acá, deben imaginarse a la provincia en otro nivel, donde el
problema del agua potable y alcantarillado se haya minimizado, donde los
balnearios bien organizados estén dotados
de infraestructura hotelera aunque sea en forma rústica para no contaminar el
ambiente ni la imagen paradisíaca que es la atracción local.
Las ciudades embellecidas, modernizadas, con sus espacios
públicos ornamentados, esa es la tendencia, ciudadanos que buscan esparcimiento
y distracción familiar en forma sana.
Hoy que estoy terminando el libro sobre la provincia de
Santa Elena, observo, la poca edición de libros que hay sobre la misma, qué
legado le vamos a dejar a las futuras generaciones sobre la realidad actual.
Ni se diga cuando tratamos de buscar libros sobre la
historia de lo que ha sucedido en Santa Elena cincuenta o cien
años atrás. Sobran en una mano los títulos
sobre lo nuestro. Esa realidad debemos cambiarla.
Reconforta encontrar líderes que captan lo beneficioso de
publicar y editar libros sobre lo nuestro,
a ellos no hay que darles muchas explicaciones
para percibir que apoyan estas iniciativas.
La premisa es soñar para beneficiar a Santa
Elena, la provincia.
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