Por: Ing. Grelia Reyes Aguirre
La participación política de la ciudadanía puede determinarse como un elemento sustancial de un sistema democrático dentro de un estado. Las manifestaciones que ésta puede tener son muchas, de varios tipos y con temporalidades definidas e indefinidas, determinables o indeterminables.
La participación política de la ciudadanía puede determinarse como un elemento sustancial de un sistema democrático dentro de un estado. Las manifestaciones que ésta puede tener son muchas, de varios tipos y con temporalidades definidas e indefinidas, determinables o indeterminables.
La participación política puede darse a través de la elección de autoridades o representantes, por medio de acciones que buscan influir o agendar ciertos temas en las decisiones de los propios representantes o de los políticos en general, o a través de la participación directa en la toma de decisiones dentro de los órganos políticos estatales propiamente dichos.
Para que exista esta participación, un sistema político estatal debe presentar algunas garantías o al menos prestar ciertas facilidades fácticas para el ejercicio de los varios tipos de participación ciudadana, asegurando la conexión entre las preferencias ciudadanas y las decisiones políticas que se deben tomar en relación a éstas.
En este sentido cabe resaltar un elemento fundamental que se determina como participación política, es el comportamiento político o actitudes en el cual la ciudadanía se conduce en sus relaciones para con el sistema político en el que se desarrollan sus vidas.
Para determinar la participación política o la forma de participación, autores como Eva Anduiza y Agustín Bosch han determinado 4 interrogantes fundamentales para distinguir el comportamiento político de una persona o de un grupo social:
- ¿De qué forma y con qué frecuencia participan los ciudadanos?
- ¿Quién participa?
- ¿Qué consecuencias tiene la participación?
- ¿Qué factores explican esta participación?
Es importante realizar estas preguntas debido a que la participación política tienen formas muy diferentes, las mismas que pueden pasar desde el simple acto de votar por obligación de un ciudadano en un sistema electoral donde el voto es obligatorio, hasta el activismo en una organización política u organización social, pasando por contactos directos con políticos, el lobbying político por profesión o por necesidad, la protesta organizada o la simple manifestación social de una necesidad.
Todas las formas de participación pueden realizarse con un grado de intensidad variable y con una frecuencia no lineal, inclusive limitadas por las características de la actividad de participación política, ya que inclusive pueden durar segundos y ser inmediatas, o durar años y con efectos mediatos y a futuro.
También, se debe considerar el grado de iniciativa en la participación y el esfuerzo que exigen ciertas actividades y formas de participación, por ejemplo el ejercicio del derecho al voto o sufragio exige un esfuerzo y una dedicce56jotaión escasa y esporádica, mientras que un activismo o dirigencia dentro de una organización política se considera un actividad bastante más exigente en lo que respecta a esfuerzo y actividades dentro de la misma.
Es importante, distinguir el repertorio, la frecuencia o intensidad de la participación, repertorio haciendo alusión a la variedad de formas de participación de la ciudadanía en un periodo de tiempo, lo que nos permite distinguir los ejercicios primarios de participación como el voto obligatorio, hasta un activismo político organizacional y estructural o las combinaciones que se pueden dar.
La frecuencia hace relación a la periodicidad del ejercicio de los mecanismos de participación política en un espacio de tiempo determinado.
En nuestro país se ha iniciado un proceso de cambio en lo que respecta a la activación de los mecanismo de participación política, a partir de la consagración del catálogo de éstos en la Constitución de 2008, los que han permitido que nuevos grupos de ciudadanos y ciudadanas y ciudadanos en general se interesen por tener un participación política más activa y hasta una vida política.
Considero esto un avance bastante positivo para el balance del sistema político ecuatoriano que poco a poco producirá resultados en pro de una mejora de la calidad democrática del país.
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