Mediante Resolución No. 0004-CNC-2015, de 14 de mayo de
2015, publicada en Registro Oficial No. 514 de 03 de junio de 2015, el Consejo
Nacional de Competencias transfirió el ejercicio de la competencia para
“preservar, mantener y difundir el patrimonio arquitectónico y cultural, y
construir los espacios públicos para estos fines, a favor de los gobiernos
autónomos descentralizados metropolitanos y municipales”. Objetivos que no se
cumplen, especialmente los municipios pequeños y medianos, llaman cultura al
proceso de contratar una empresa para que se presenten unos cuantos artistas
del canto cada que hay fiestas de la ciudad.
Rescatando del ministerio el objetivo de difundir el
patrimonio y la cultura, existe en Guayaquil 3 museos: Museo Antropológico y de
Arte Contemporáneo), Museo Nahím Isaías, Museo Presley Norton son parte de la
red, que abarca importante patrimonios e información de culturas ancestrales y
una gran reserva de obras de artes plásticas de diferentes siglos.
La planificación y la teoría para mantener estos centros
culturales difiere de la realidad, ya que el año anterior el presupuesto para
mantener personal y difundir no solo las obras de estos 3 museos sino la de
todo el país apenas sobrepasaba los 20 millones de dólares anuales, cantidad
insignificante para cumplir el propósito de interesar a la ciudadanía por la
cultura en el país. Como referencia de esta realidad lacerante los equipos del
fútbol profesional del Ecuador invierten 100 millones de dólares anualmente,
ahí está la respuesta al poco interés de la ciudadanía por asistir a los
espectáculos culturales.
Probablemente por ese escaso presupuesto el MAAC pasó varios
meses sin que funcione el aire acondicionado en las salas de exposiciones,
también fue noticia la clausura del MAAC por parte de la municipalidad de
Guayaquil debido a falta de mantenimiento de su estructura arquitectónica,
diario El Comercio, publicó los siguiente “Y la fachada del lindero este posee
un revestimiento de estructura metálica y barajas de maderas. “Ambas presentan deterioro y desprendimiento
debido a la antigüedad y por estar en contacto con las radiaciones solares y la
lluvia” (09 de junio de 2022).
Un museo como el MAAC que pase por estos temas de
mantenimiento y precariedad en una ciudad de 3 millones de habitantes, avergüenza.
Aunado a ello los museos antes mencionados, no se adaptan a la productividad de
los artistas, más vale se distancia producto de una burocracia que cree saber mucho, actitud en la que caen ciertos directores, bloqueando a los artistas que
se esfuerzan, crean, pasan vicisitudes para presentar sus obras en los museos ,
muchos presienten que inclusive no van a vender, pero eso no los amilana, pero,
fastidia, incomoda al ser postergados durante años en ese propósito de exponer,
se conoce que en estos museos no hay
personas eruditas que puedan decidir imparcialmente quiénes deben exponer.
Es lamentable recordar que hace 60 años había mas cabida
para los artistas, cuando la burocracia en las instituciones era mínima lo que
nos lleva a recordar a la escritora Ayn Rand nacida en Rusia (1905- 1982) “Cuando
advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen
nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes,
sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por
influencias más que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra
ellos, sino, por el contrario son ellos los que están protegidos contra usted;
cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en
un autosacrificio, entonces podrá, afirmar sin temor a equivocarse, que su
sociedad está condenada.”
Estos Museos creen que con colgar en sus redes sociales sus programaciones han logrado bastante, mientras se mantiene guardada abundante obra en la reserva, en lo didáctico y difusión solo compare lo que hacen los museos entre ellos del Prado en Madrid, España para interesar al público. El Ministerio ha realizado una serie de convenios interinstitucionales, pero lo elemental que es enseñar en las escuelas y colegios lo que es el arte, no para que sean artistas sino para que valoren esta rama,sigue en proyecto, por eso la poca asistencia a los eventos culturales de la sociedad
Algunos artistas dan su criterio sobre esta realidad de los
museos del Ministerio de Patrimonio y Cultura en Guayaquil:
ABDÓN SEGOVIA, ARTISTA VISUAL
Es muy difícil responder de manera integral si los museos
han logrado su objetivo, es una pregunta muy amplia, pero podemos puntualizar
ciertos aspectos:
Necesitamos museos más amigables con la ciudadanía, entender
que los museos son para las comunidades, es un espacio mediador entre el
artista, que propone su producción y el público que lo visita, esa comunión
funciona siempre y cuando las instituciones generen de manera más profunda, en
la difusión no solo de las actividades que proponen los artistas y gestores,
sino permanentemente educar a la ciudadanía para que están los museos, ¿Para qué
sirven? ¿Cuál es su objetivo? ¿En qué contribuyen?
Hay que insistir de manera permanente en la socialización de
dónde están ubicados dichos museos y espacios culturales, -¡Hay personas que
aún creen se debe pagar la entrada para visitar los museos e ingresar con ropa
formal!, otros desconocen dónde se encuentra la Casa de la Cultura Núcleo del
Guayas, ubicado en pleno centro de la ciudad, de igual manera el MAAC, a pesar
de estar dentro del Malecón 2000, hay personas que desconocen su
existencia-.
Necesitamos nuevos públicos, más niños, más estudiantes de
secundaria y universitarios, empresarios, y no solamente el mismo público del
círculo artístico-cultural, ¿Cómo pretendemos crear industrias culturales? Si
no hemos preparado al público que consuma las actividades y exposiciones que
generan los espacios culturales, mucho menos, público que adquieran la
producción de los artistas.
FRANCISCO VELÁSQUEZ, ARTISTA VISUAL
La difusión y promoción del arte en una determinada sociedad
es vital para su desarrollo desde algunos ámbitos. En Guayaquil, una de las dos
ciudades más grandes del país donde penosamente no existe una red de galerías
de arte especializadas, la mayor difusión de las artes recae en estos museos.
Ahora bien, el trabajo que la anterior administración liderada por Hugo Calle
Forrest estaba realizando y proyectando era magnífica, con propuestas de
apertura nacional e internacional y valorando sin discriminación a todo tipo de
actores culturales de gran nivel.
Pero, desde que, sin mayores razones, se cambió de
dirección, todo está sujeto a una hoja de ruta de antojadizos “lineamientos
conceptuales” creados por supuestos “asesores-curadores” que en realidad lo
único que defienden es su potestad por imponer sus criterios personales sobre
lo que se puede y no se puede mostrar en esos espacios, favoreciendo únicamente
proyectos que realcen su oscura y solapada intención de reescribir la historia
de las artes plásticas del puerto de Guayaquil; historia donde estos “docentes-asesores-curadores”
pretenden figurar por encima de los grandes autores modernos y contemporáneos
que han destacado y destacan en el medio, y todo esto con la venia de una
directora inexperta que tal vez ni siquiera entiende lo que se está fraguando.
Por otro lado, en esta nueva administración, se está dejando
espacio a proyectos de arte basura disfrazado de arte conceptual que realizan
estudiantes y amigos de los “docentes-asesores-curadores” y que poco o nada
gustan a los visitantes, olvidando que el verdadero arte está destinado a
sorprender y marcar la conciencia de quienes lo admiran, proyectando un mensaje
comprometido con la actualidad de nuestras sociedades y destacando en otros
casos nuestra rica historia o en otros casos, como el artista percibe la
actualidad o el futuro.
En conclusión, en un medio casi desértico culturalmente como
el de Guayaquil, si me preguntan si los museos que administra el ministerio de
cultura están cumpliendo en la actualidad su propósito, definitivamente debo
decir que no.
ROBIN ECHANIQUE, ARTISTA VISUAL, CRÍTICO DE ARTE
Los museos públicos en Guayaquil tienen la responsabilidad
de conservar, y mantener en óptimas condiciones el patrimonio cultural del
país.
¿Cada qué tiempo se realiza esta actividad es lo
preocupante? Tienen que cumplir la función de exhibir los bienes de interés
cultural, para el estudio y la educación. Sino se encuentran restauradas las
obras del patrimonio. ¿Cómo se pueden exhibir en pésimas condiciones?
Presentarlas así es vergonzoso.
Es posible que la inoperancia en las administraciones de los
museos del Ministerio de Patrimonio y Cultura sea el factor decisivo, sumado al
sistema de inacción y falta de apoyo económico de los ministerios, que no se
preocupan en cumplir con su responsabilidad. Se vive en los museos una etapa
sin gloria y sin triunfo, porque no se exige a la dirección de cultura alcanzar
el eslabón más alto que constituye la cultura, las artes plásticas es uno de
los caminos para la creación libre la de las artes.
En los museos del Ministerio de Patrimonio y Cultura, se
siente lo estático, la quietud, que paraliza y corroe el desarrollo
cultural. Porque en estos tiempos de
conflictos, se requieren energías renovadas, ideas creadoras, dinamismo y
personal cualificado para emprender esta gestión cultural influyente.
"Para salvar a la patria desde la cultura", como decía Benjamín
Carrión.
Sin embargo, eso no significa renunciar, sino abrir nuevos
pensamientos para los cambios venideros, partiendo de los errores del pasado.
Para levantar e incentivar a nuevas generaciones y cubrir el nivel de nuestro
tiempo para fortalecer y agigantar la cultura de nuestro puerto de Guayaquil.