La gastronomía ecuatoriana no pasa desapercibida
a nivel mundial. Este 2024 el Taste Atlas ubicó a Ecuador en el puesto número
48 dentro de su ranking 50 de las mejores cocinas del mundo y es que preparaciones
como la fanesca son más que simplemente un plato de comida, al estar
profundamente arraigadas en la historia y tradiciones del país.
Este plato incorpora una variedad de
ingredientes con un significado simbólico religioso, como los doce granos que
representan a los doce apóstoles de Jesús, en la religión católica. Habas,
arvejas, fréjoles, chocho, lentejas, garbanzo y melloco, son algunos de los
ingredientes fundamentales, siendo el maíz especialmente relevante por sus
distintas variedades, como choclo tierno, mote y harina de maíz para espesar la
preparación.
Usualmente, la producción de maíz
satisface la demanda interna del país, pero en 2023, las intensas lluvias en la
Costa ecuatoriana obligaron al gobierno a tomar la decisión de importar este
cereal a finales de año, tomando en cuenta que un ecuatoriano promedio consume
14,5 kg de maíz anualmente y que este grano también es esencial para la
formulación de balanceados.
Stephanie Valquinta, Gerente de País –
Soluciones para la Agricultura en BASF Ecuador destaca que el sector maicero no
solo es fundamental en la dieta de los ecuatorianos, sino que también genera
una importante fuente de empleo. Solo en la producción primaria trabajan
alrededor de 202,478 personas, de las cuales aproximadamente el 43% corresponde
a mano de obra familiar, según el boletín situacional de maíz amarillo, emitido
por el Ministerio de Agricultura y Ganadería
“Durante más de una década, BASF ha
sido un aliado esencial de los productores de maíz, brindando herramientas
integrales apoyadas en innovación y tecnología para beneficiar este cultivo.
Ante los desafíos climáticos y otras adversidades, la protección y el manejo
eficaz de enfermedades son cruciales para garantizar una producción estable de
maíz. Nuestros productos y charlas técnicas con productores locales buscan
fortalecer el sector para contribuir al abastecimiento propio que respalda la
gastronomía ecuatoriana y sus emblemáticos platos de temporada, como la fanesca”,
añade Stephanie Valquinta de BASF.
Tecnología e innovación es la prioridad
de BASF al momento de exponer soluciones al mercado, no solo solucionando
problemas de patógenos en el cultivo, además, aportando a los aspectos
fisiológicos de la planta con hojas verdes por más tiempo, menos estrés, etc.
Reflejado en mayor producción al cultivo.
Cada elemento de la fanesca conlleva un
simbolismo. El maíz, por ejemplo, encarna la fecundidad y abundancia. Este
vínculo se traduce en una rica herencia culinaria que perdura de generación en
generación.
“En BASF, nos
comprometemos con el desarrollo sostenible del maíz, reconociendo su
importancia cultural y su rol fundamental en la alimentación. Nuestra amplia
gama de productos, desde herbicidas hasta bioestimulantes y herramientas digitales,
garantiza la productividad y sostenibilidad del cultivo. Trabajamos mano a mano
con los agricultores, ofreciendo un acompañamiento integral a través de
parcelas demostrativas para asegurar la salud del suelo y proporcionar
soluciones efectivas. Esta inversión en la protección del maíz no solo impulsa
el crecimiento económico y social del país, sino que también preserva nuestras
tradiciones culinarias”,
finaliza Valquinta.
Follow @laprimeraec