En un mundo
donde el cultivo de aceite de palma representa alrededor del 35 % de la
producción global de aceite vegetal, pero a su vez plantea desafíos ambientales,
BASF se destaca como un ejemplo de compromiso con la sostenibilidad al obtener
la certificación RSPO en 25 de sus productos clave de su portafolio enfocado en
el cuidado personal, del hogar y otros.
Reconociendo las
preocupaciones medioambientales que rodean la producción de este aceite, BASF
ha dado un paso importante para mitigar los impactos negativos al adquirir y
utilizar 191,714 toneladas de aceite de palma certificado, lo que no solo destaca
a la empresa en su compromiso con la sostenibilidad, sino que también se
traducen en la impresionante reducción de 290.000 toneladas de emisiones de
CO2.
Pese a ser
controversial, el aceite de palma se ha convertido en un componente vital en
una amplia gama de productos, desde alimentos hasta productos de belleza e
incluso velas. En ese sentido, Ecuador destaca como uno de los principales
productores en América exportando 139 millones de dólares en este producto, lo
que convierte al país en el exportador número 18 de este tipo de aceite en todo
mundo, y también ubica al producto en el puesto número 15 más exportado.
Los efectos
negativos de la intensificación del cultivo de palma aceitera ahora están
siendo controlados por la organización RSPO (Mesa Redonda sobre Aceite de Palma
Sostenible), que fue fundada en 2004 y trabaja para promover la producción y el
consumo sostenible de aceite de palma, reuniendo a participantes de toda la
cadena de suministro.
La certificación
RSPO se ha convertido en un hito importante en su viaje hacia la
responsabilidad medioambiental y la reducción de las emisiones de CO2. Con esta
iniciativa, empresas como BASF no solo demuestran su compromiso con la
sostenibilidad, sino que toma medidas concretas para abordar los desafíos
ambientales relacionados la producción de este aceite.
Lina Joya, de Marketing
en cuidado personal para BASF Ecuador, Colombia, Venezuela y Perú dijo: “Todas
las empresas debemos estar comprometidas con la sostenibilidad y la protección
del medio ambiente. Ante la necesidad de minimizar la huella de carbono por
parte de la producción del aceite, empresas como BASF han entendido que
fomentar el uso de aceite de palma certificado es parte de la solución para
mitigar los impactos medio ambientales que enfrentamos. Nuestra certificación
RSPO en 25 productos clave es un paso importante hacia un uso responsable del
aceite de palma".
Hoy en día,
alrededor del 20% de la producción mundial de aceite de palma está certificada
por RSPO, gracias al compromiso de más de 2500 miembros que representan
diferentes eslabones de la cadena de suministro. La certificación RSPO
garantiza que se cumplan pautas y requisitos ambientales y sociales, reduciendo
los impactos negativos en el medio ambiente y las comunidades locales.
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