El aguacate es la
fruta de moda. Su sabor, textura, tamaño y las múltiples propiedades
alimenticias que tiene lo han convertido en el protagonista de las cocinas
alrededor del mundo. Su cultivo es tan exitoso y rentable que en algunos países
como México no han dudado en llamarlo el “oro verde”.
En el mundo existen más de
20 tipos de aguacate, siendo el Hass el más atractivo para el mercado
internacional gracias a su textura, tamaño y calidad. A pesar de ser
considerado un cultivo no tradicional en Ecuador, el aguacate hass sigue
sumando envíos, como el que se realizó en marzo de 2022 que llegó a la cifra de
exportación de 21.500 kilos a Europa. Además, este producto empieza a ser
competitivo con sus apenas 2000 hectáreas, pues tiene tres cosechas al año, dos
más que los países vecinos como Perú.
“Ecuador sigue en la búsqueda de consolidarse dentro
de los países que cuentan con mayor producción y área cosechada de Aguacate
Hass, este logro será muy importante para el agro ecuatoriano, y responde a un
proceso de trabajo continuo, a partir de métodos innovadores y soluciones
amigables con el medio ambiente, que han permitido expandir el interés del
aguacate en los consumidores de todo el mundo”, afirma Yesenia Prado, Gerente de Trade Marketing Ecuador de Soluciones
para la Agricultura en BASF.
Soluciones
sostenibles para mejor calidad de exportación
Una de las grandes
problemáticas que el país enfrenta para el desarrollo y crecimiento efectivo de
la producción de aguacate Hass son las enfermedades y las plagas que afectan el
cultivo. Por esto, la industria ofrece soluciones innovadoras, sostenibles y de
origen natural que no afectan la calidad de la cosecha y garantizan la seguridad
de los productos que se exportan.
“En BASF hemos
desarrollado un producto, llamado QL Agri®, elaborado a partir del extracto de
un árbol nativo en Chile y que a través de un proceso industrial se obtienen
sustancias llamadas acaricidas y nematicidas. Al ser orgánico puede aplicarse
en el cultivo de aguacate en cualquier etapa, incluso durante la cosecha sin
dejar residuos indeseados por los consumidores, ni rechazo de cosechas. El
beneficio para el agricultor es cosechar frutas exportables de mayor valor”, dice Prado.
Otro de los retos en los que el país se ha concentrado
para impulsar esta variedad de aguacate es lograr una producción tecnificada e
industrial que permita producir una fruta homogénea de alta calidad que perdure
por más tiempo en perfecto estado, tal como lo exigen los mercados
internacionales. Esto requiere de una alta inversión y un cuidado extremo de
los detalles en todas las fases de su desarrollo. Si el aguacate que se exporta
llega con un residuo de un producto no permitido por el mercado destino, es
rechazado, no solo el producto afectado, sino todo el contenedor que está en
dicho lote.
“Ecuador tiene el reto de aumentar el volumen de
hectáreas del aguacate hass y para ello, cuidar de la alta calidad de esta
variedad hoy uno de los objetivos más importantes que el país tiene para los
próximos años. Esto significa vigilar de manera estricta todo el proceso de
desarrollo de la planta y el control de plagas y enfermedades. Para esto, el
agricultor debe contar con herramientas para un buen trabajo fitosanitario del
cultivo y de esta manera garantizar los estándares internacionales de un
producto que ha sido considerado durante los últimos años como una de las
frutas más deseadas a nivel mundial”, concluye la experta.
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