El campo viene enfrentando diferentes retos a
partir de las problemáticas de salud pública y políticas que ha enfrentado el
mundo en el último tiempo. Ahora, bajo
las nuevas necesidades nacientes debido al incierto proceso logístico de
insumos, surge la necesidad de implementar nuevos caminos que abarquen los
apuros del campo a nivel global
Según
cifras de la Encuesta de Superficie y Producción Agropecuaria Continua 2021, La
Costa lidera las regiones con mayor superficie con labor agropecuaria; de las
cuales 1,36 millones de hectáreas, corresponden a pastos cultivados y
naturales. En Manabí se concentra la mayor superficie con pastos cultivados con
719.355 hectáreas y, En 2021, la caña de azúcar, banano y palma africana
son los cultivos de mayor producción a nivel nacional. Lograr satisfacer la
demanda de insumos agrícolas puede llegar a ser uno de los mayores retos para
las empresas involucradas en toda la cadena de suministros, puesto que estas se
convierten en aliados estratégicos de los agricultores. En conversación con María
Fernanda Nossa, Líder Global de Clientes para Soluciones Agrícolas en BASF,
profundiza sobre las necesidades y problemáticas que afrontan los productores
agrícolas al rededor del mundo.
¿Cuáles son los retos que se están imponiendo
en el sector agro a nivel mundial?
Sin duda uno de los
principales retos es la importancia de trabajar para los agricultores, a partir
de las necesidades que tienen para aprovechar todas las oportunidades en el
sector, y que puedan expandir su negocio con una producción más rentable.
Nosotros creamos química para un futuro sostenible, nos enfocamos en innovar no
solo en el producto químico sino también en soluciones digitales y cada vez más
acaparar las necesidades que día a día surgen en tan importante sector. Para
esto, todo lo que creemos como industria química, debe tener valor agregado y
esto lo conseguimos únicamente trabajando de la mano con el agricultor,
aterrizando las necesidades mediante la recolección de datos e insumos que nos
lleven a dar ese valor agregado en los productos.
¿Cómo brindar soluciones a diferentes
regiones que tal vez puedan tener necesidades diferentes por la ubicación
geográfica en la que se encuentran?
Las necesidades no
están tan alejadas entre regiones. A pesar de que son perfiles de agricultores
diferentes, cultivos diferentes, regiones con estaciones climáticas; cuando uno
entabla conversación con cada uno, todos tienen algo en común y es que buscan
aumentar la productividad mediante la optimización de costos. Otro gran reto en
común es la adopción de la tecnología, cómo el agricultor puede integrar esta
posibilidad a sus cultivos para tener un mayor seguimiento día a día de su
producto. Lo anterior, abre la oportunidad de encontrar soluciones
transversales y casos de éxito que puedan servir de espejo para poner en práctica
en diferentes regiones.
¿Cuál es el camino a
seguir para consolidar un campo más productivo y sobre todo que responda a las
necesidades de seguridad alimentaria?
Uno de los aspectos
clave es la visión de ecosistemas y esto hace referencia a cómo trabajar de la
mano con diferentes actores, bien sea empresas de tecnología, de biológicos, y
soluciones digitales, donde entendamos que el camino es empezar a desarrollar
soluciones bajo hechos y datos de comportamiento del consumidor, con el fin de
construir perfiles muchos más sólidos que condensen las necesidades del
consumidor y nos permita optimizar nuestras inversiones a favor de los
requerimientos del campo a nivel global. En nuestro caso, por ejemplo, queremos
ser aquella compañía que construye no a partir de lo que cree que sabe del
campo, sino de lo que realmente exige el día a día del agricultor.