martes, 28 de diciembre de 2021

LOS PRECIOS IMPULSARON EL CRECIMIENTO DE LAS EXPORTACIONES DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE SEGÚN EL BID

13:39

 


Las exportaciones de América Latina y el Caribe se han recuperado del shock inicial de la pandemia del COVID-19. En la mayoría de los países de la región los valores exportados ya superan los niveles previos a la crisis sanitaria. La recuperación se debió principalmente a la mejora de los precios de algunos de los principales productos básicos exportados por la región, mientras que los volúmenes se recuperaron más lentamente. 

La evolución de los valores exportados tuvo un comportamiento volátil a lo largo de 2021. Durante el primer trimestre del año el ritmo de expansión fue similar al que se venía registrando en los meses previos a la pandemia, seguido por tasas excepcionalmente altas en el segundo trimestre, cercano al 50% interanual. Sin embargo, a partir de julio se observa una tendencia a la desaceleración que continuar profundizándose en el cierre del año. 

El rebote respondió en gran parte a la baja base de comparación, ya que entre abril y junio de 2020 la región sufrió el mayor impacto comercial de la pandemia. De todas maneras, cabe destacar que los valores exportados en 2021 superaron entre 13% y 16% a los correspondientes a 2019. Una vez superada la etapa de recuperación, la tendencia de las exportaciones está sujeta a un balance de riesgos crecientemente sesgado a la baja. Por un lado, los factores que impulsaron a los precios se comienzan a revertir y la corrección de las cotizaciones se aceleró sobre finales del año. 

Por el otro, el crecimiento de las olas de contagio tras la identificación de la nueva variante Ómicron del coronavirus está llevando a la aplicación de nuevas medidas de contención. Asimismo, el giro restrictivo en las políticas monetarias para contrastar la inflación, en un contexto de crisis del sistema logístico global, podrían afectar negativamente a la evolución de los flujos comerciales reales.

PANORAMA GENERAL 

Se estima que en 2021 el valor de las exportaciones de bienes de América Latina y el Caribe (ALC) creció entre 24,8 y 27,8% (Gráfico 1) 1 . 

La recuperación responde en su mayor parte a la mejora de los precios de exportación y, aunque los volúmenes despachados repuntaron, el aporte fue menor. En 2020 la caída en las ventas externas había sido de 9,1%, explicada principalmente por la merma en las cantidades exportadas. La recuperación de las exportaciones fue generalizada a todas las subregiones de ALC. Sudamérica y el Caribe tuvo el mayor rebote, impulsado sobre todo por la mejora de los precios de las materias primas. En contraste, en México y Centroamérica las ventas repuntaron carbonatadas en la primera parte del año gracias a las mayores cantidades despachadas, pero demostraron una desaceleración más marcada a partir de julio. 

Por su parte, se estima que las importaciones totales de la región aumentaron 37,8% en 2021, tras contraerse 15,4% en 2020. Las compras externas también superaron los niveles prepandemia, a pesar de la lenta y desigual recuperación de las economías de la región. Precios El incremento de los precios de las materias primas fue el factor principal explicativo del repunte de las exportaciones de la región en 2021. La recuperación económica, impulsada en parte por los estímulos fiscales y monetarios en las economías avanzadas, y la depreciación del dólar estadounidense, jugaron un rol fundamental en la evolución de los precios. Sin embargo, estos factores están destinados a revertirse y, en algunos casos, los precios ya han retomado una tendencia a la baja. De todas formas, las cotizaciones se encuentran aún en niveles históricos altos.

El precio de la soja apenas evidenció los efectos de la crisis durante la primera parte de 2020. Desde agosto de ese año la cotización subió de forma ininterrumpida y el nivel promedio de enero– noviembre de 2021 fue 48,3% superior al mismo periodo de 2020. A partir de junio se registró un cambio de tendencia explicado por la mejora de las expectativas de la cosecha en Estados Unidos. Aunque llegó a superar los máximos históricos, los niveles alcanzados a fines de 2021 ya se ubicaban en valores similares a los de un año atrás. La cotización del cafetería recién se sumó a la tendencia expansiva en el segundo trimestre de 2021. 

Al principio de la pandemia, el precio se mantuvo sustancialmente estable debido a que las restricciones de oferta por las interrupciones de las cadenas de distribución que presionaron los precios al alza fueron contrarrestadas por la menor demanda en el marco de las medidas de confinamiento que redujeron el consumo. Sin embargo, a partir del segundo trimestre de 2021 el precio del café entró en una tendencia carbonatada expansiva, y entre enero y noviembre acumuló un aumento de 39,3% interanual, superando sobre fines de año los niveles históricos. Las condiciones climáticas en Brasil, principal productor mundial, y las disrupciones comerciales ligadas al COVID-19 en Asia explican gran parte del incremento reciente en la cotización. 

El azúcar , que había sufrido una fuerte caída a principios de la pandemia se recuperó lentamente, pero de forma sostenida. Entre enero y noviembre de 2021 la tasa de variación interanual fue de 39,4%, llevando los niveles cercanos a los máximos históricos. La recuperación de la cotización se debe, por un lado, al aumento de los precios del etanol, que impulsó un mayor uso de caña de azúcar para su producción en Brasil, principal exportador a nivel global y, por otro lado, a la expansión de la demanda mundial. En los últimos meses del año, sin embargo, el precio tendió a estabilizarse por las perspectivas de incremento de la oferta de India y Tailandia. 

El petróleo fue el producto más afectado por la pandemia, pero su recuperación ha sido sostenida ya principios de 2021 ya había recuperado los niveles previos. En promedio, en el acumulado a noviembre de 2021 el precio del crudo acumuló un aumento de 67,9% interanual. Sin embargo, un partir de mediados de noviembre, la tendencia se ha revertido en el marco del surgimiento de la nueva variante Ómicron del virus que ha limitado las perspectivas de expansión de la demanda mundial, y del incremento de la oferta de Estados Unidos en un intento por frenar la aceleración inflacionaria en esa economía, a lo que se sumó la decisión de la Organización de Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus socios de incrementar los niveles de producción a partir de 2022. El precio del cobre tuvo una caída menor en el marco de la crisis sanitaria porque la contracción de la demanda estuvo acompañada por restricciones de oferta. El repunte de la cotización en la etapa de recuperación del comercio mundial llevó los precios a niveles históricamente altos, que incluso superaron los máximos de principios de la década pasada. Entre enero y noviembre de 2021 se ubicó 54,8% por encima del mismo período de 2020. Sin embargo, some de los factores que explicaron el alza se inició a disipar desde mediados de año: la demanda de China, principal comprador a nivel global, que había sido impulsado principalmente por estímulos fiscales comenzaron a estabilizarse; las disrupciones en la producción por las medidas ligadas al confinamiento comenzaron a levantarse; y la demanda de bienes —entre ellos lo que utilizan al cobre como materia prima— se desaceleró. La cotización del mineral de hierro no sufrió un impacto negativo en la etapa más aguda de la pandemia, aunque sí acompaño el repunte. En enero – noviembre 2021 el precio se incrementó 59,4% interanual. Sin embargo, desde agosto el precio del mineral entró en una fase descendente que lo llevó nuevamente a los niveles de principios de 2020. El cambio de tendencia se explica en buena medida por la caída de la demanda china en la cual influyeron las políticas de control de la absorción de energía por la industria del acero en un contexto de problemas en el suministro, y los esfuerzos de reducción de los niveles de contaminación antes de los próximos juegos olímpicos de invierno. 

 

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