El Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, nuevo nombre que ha adquirido por decisión del presidente Guillermo Lasso para estar acorde con la realidad depredadora y su objetivo de amainar esa destrucción de las ciudades y el campo.
Un rimbombante o llamativo nombre con que intenta suponemos este nuevo gobierno cambiar el presente, donde muchas empresas han depredados ciudades con el objetivo de hacer dinero.
El cantón Santa Elena no es la excepción, aquí los grandes constructores, ávidos de dinero, han optado por explotar canteras para optimizar sus trabajos, sin embargo, no están cumpliendo con las respectivos controles y reposición del medio ambiente depredado, por ejemplo, la constructora Morocho que tiene un permiso de ARCOM para explotar algunas canteras por 30 años, mantiene desértica y depredada la parte que ya han explotado.
Probablemente los personeros de ARCOM, ni siquiera conocen que esa cantera del cerro El Tablazo, se encuentra ubicada a 10 cuadras del centro de la ciudad.
La compañía Morocho insensible a la realidad y a la salud de los habitantes viene explotando dicho sector desde hace algunos años, dicen que él es influyente con todas las autoridades que han pasado por los GADS de esta provincia por ello hace lo que le da la gana.
Pero no solo es responsabilidad de los GADS, también EL Ministerio de Medio Ambiente, Secretaría de Gestión de Riesgos y el mismo ARCOM son corresponsable de este atropello a la salud, a las propiedades de los moradores que habitan a su alrededor que se han visto cuarteadas, sin ninguna reposición o mejoras a esos deterioros de la compañía Morocho explotadora de dicha cantera.
Es decir, las entidades de control y regulación para bienestar de la sociedad que vive en la urbe no ha hecho su papel hasta la presente.
La ciudadanía espera con el nuevo Ministro del Ambiente, Agua y Transición Ecológica GUSTAVO MANRIQUE MIRANDA, que estas realidades inapropiadas para los habitantes de esta ciudad cambien, tomando en cuenta que esta provincia apunta sus ingresos al turismo, poco podría aportar si está contaminada.
Se cree que estos atropellos a la ciudad pueden ser por la consabida corrupción, donde funcionarios de turno se hacen cortos de vista a la hora de poner sus vistos buenos.