Parece que el covid 19 desnuda las falencias de las
instituciones llamadas a difundir el conocimiento y la ancestralidad nuestra.
Visitando en la avenida de Las Américas las instalaciones del archivo histórico que por
ahora funciona hasta las 12 del día, no sabemos por orden de quién, uno observa
una edificación que a simple vista parece que fuera una bodega abandonada, lo
único que luce es el letrero de que dice archivo histórico del Guayas que da
cuenta que en esas bodegas existe miles de documentos de gran trascendencia y
aporte para la cultura de los usuarios que escasamente van a dicho sitio.
Parece que la pandemia inutilizó a los funcionarios del
archivo histórico, es probable que en meses pasados ese local estuvo cerrado, justificando
con el llamado teletrabajo, lo atestigua la realidad de la instalación: los
jardines laterales pequeños están con la yerba sin podar, ciertas instalaciones
eléctricas externas no tienen ni siquiera la caja de protección, solo aparecen
cables sellados con cinta aislante para evitar accidentes de algún curioso.
La Entrada es por un gran portón que parece entrada de
garaje, no hay un letrero externo que diga el horario de atención al público,
probablemente ese edificio no se ha pintado en años.
Cómo puede una edificación de ese tipo que más parece un
bunker y no una biblioteca con miles de archivos que nació para educar y nutrir
a la sociedad.
Se conoce que los presupuestos del Ministerio de Cultura son
bajos, pero no para mantener un archivo de gran magnitud en esas condiciones.
Esta institución cultural es otra con funcionarios que poco
hacen por generar interés en la ciudadanía para que la visiten, si hay duda de
aquello pidan la bitácora de visitas para analizar cuál es su movimiento diario.
Instituciones como esta lo único que hacen es ahuyentar a
los visitantes por su poco horario de atención y mal trato a los visitantes.
Gran labor tendrá que realizar la ministra María Elena
Machuca para revertir esta edificación, hacerla atractiva, más de un año
inactivo por la poca interacción con el público, no es justificativo para estar
en esas condiciones.
Sino se resuelve los presupuestos básicos para su
funcionamiento, estamos engañando a la sociedad guayaquileña sobre su real
operatividad y servicio, los funcionarios de dicha institución poco podrán hacer para cambiar esta realidad
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