Los últimos actos que mostraron el despertar ciudadano
fueron con motivo de la anhelada provincialización, cumplida esa meta, los
sueños de mucha gente de a pie que esperaron mejores días para sus hijos no se
cumplió en gran porcentaje.
Durante ese nacimiento como provincia por ley se
establecieron una variedad de instituciones gubernamentales especializadas en
tránsito, vivienda, educación, medio ambiente, turismo, y más que poco han
hecho por mejorar las condiciones de vida de sus habitantes, porque son
simplemente membretes es decir direcciones provinciales, lo máximo que pueden
hacer es informar a los ministerios pertinentes la realidad nuestra, dista
mucho que se haga realidad nuestras necesidades emergentes, en ese proceso
llevamos más de trece años.
Las personas con mayor preparación y contacto han logrado
enquistarse en esas instituciones para agrandar el aparato burocrático y nada
más, poca efectividad muestra al sacar al limpio el progreso de nuestra
provincia.
Esta es nuestra realidad actual, una burocracia mediocre que
pocas soluciones le dan a los problemas nuestros, aunado a ello ciertos
funcionarios muestran actos tapiñados de corrupción al hacerse ciegos y sordos
ante atropellos de la empresa privada que atenta contra el medio ambiente, sin
recibir sanción, lo que le da piola al carrete para que hagan lo que le da la
gana, así ocurren actos dolosos en estas tierras ante la pasividad ciudadana que poco
creen en las instituciones nuestras.
El atraso prospera, las tierras siguen ávidas de agua, los
traficantes de tierra hacen su agosto, la delincuencia de incrementa, el desempleo
crece, la ciudadanía muerta en vida por la pobreza extrema, esta realidad se
convierte en el pan de cada día.
Un paraíso terrenal como son los 3 cantones que integran
Santa Elena no despierta, no sabemos hasta cuándo.