El 28 de mayo, en la Base Naval Norte, el contralmirante Daniel Gínez
Villacís, Comandante del Comando Operacional No. 2 ‘Occidental’, participó
junto con el personal del Grupo Sanitario de Emergencia, encargado de las
inhumaciones en Guayaquil, en una terapia emocional a cargo de la doctora
Loly Fernández Reimber, a fin de neutralizar el efecto post traumático,
luego de haber vivido tan dramáticas situaciones producto de la pandemia
del COVID 19.
Cabe indicar que este grupo compuesto por aproximadamente 50 elementos de
las tres ramas de las Fuerzas Armadas y que formaron parte de la Fuerza de
Tarea Conjunta, durante la crisis sanitaria generada a finales del mes de
marzo y en abril, que desbordó la capacidad del equipo de criminalística de
la PP.NN., para realizar el levantamiento de cadáveres, se encargaron
de la manipulación y disposición de los fallecidos, entrega de actas de defunción así como
brindarles digna y cristiana sepultura, en medio de un breve ritual que
consistía en ponerse en posición firme y entonar el Toque del Silencio.
La doctora Fernández, es una profesional con 23 años de experiencia,
trabajando en salud emocional, física, mental y energética, estudió en una
universidad británica sobre medicina bioenergética, terapia neural,
programación neurolingüística; posee un masterado en Reiki y es couch
profesional; su terapia brindada de forma gratuita, constituye su aporte
personal y en agradecimiento a los militares que han trabajado en primera
línea en estas importantes tareas.
Durante esta dinámica de sanación con ejercicio práctico, se buscó liberar
a los militares de las emociones tóxicas reprimidas, tales como miedo,
angustia y ansiedad, entrando a su parte inconsciente, proporcionándoles las
herramientas, técnicas y recursos a ser aplicados en la vida cotidiana y en
la vida profesional, de tal forma de ayudarlos a entender cómo filtrar la
información percibida durante el stress que significó haber participado en
las tareas asignadas, a fin de que superen los momentos traumáticos vividos
y queden como una experiencia, sin ocasionarles daño a nivel emocional,
generando de esta forma alternativas de nuevos comportamientos para
potencializar sus habilidades sociales, logrando un cambio con el propósito
de recobrar su tranquilidad y paz interior.
El cabo primero Estuardo Echeverría, participante de esta actividad,
manifestó que junto con sus compañeros al principio estuvieron escépticos a
este tipo de terapia, pero que luego de experimentarla se sintió muy
relajado y renovado, por lo que sugirió que éstas se deberían realizar con
el resto del personal militar. Follow @laprimeraec
