En la instrucción fiscal abierta por noventa días, en contra del ciudadano Luis Alfredo Ch. Ll., que cumple prisión preventiva como presunto responsable del asesinato de Julissa O., la fiscal especializada de Personas y Garantías de Pichincha, Claudia Romero, dispuso la realización de 25 diligencias investigativas.
Pericias de luminol, reconstrucción del lugar de los hechos, ampliación del informe de la autopsia, cotejamiento de muestras de ADN, toma y ampliación de versiones, triangulación de llamadas, incluso un análisis del clima de los días en los que habría ocurrido la muerte de la víctima se llevarán a cabo en los próximos quince días.
El proceso penal se abrió a inicios de agosto de 2019. El ciudadano fue detenido en la audiencia de formulación de cargos por el delito de asesinato, el juez le dictó prisión preventiva luego de haber escuchado y validado el relato del hecho punible y los elementos de convicción presentados por Fiscalía.
El caso
En un barranco de La Chorrera, barrio quiteño ubicado en Toctiuco Alto, el 9 de noviembre de 2017 encontraron el cadáver de Julissa O., estudiante de Enfermería de 19 años. Un ciudadano llamado Víctor, que ese día caminaba por la vía Humboldt, rumbo a la casa de sus padres, vio el cuerpo desde un mirador.
La joven fue reportada como desaparecida el 3 de noviembre de 2017.
Salió de su casa al hospital para cumplir, presuntamente, con prácticas profesionales. Desde ese día hasta el hallazgo del cuerpo, la Fiscalía Especializada de Personas Desparecidas entrevistó a varias personas del entorno familiar y social de la joven.
Una de esas entrevistas fue al ciudadano Luis Alfredo Ch. Ll., quien negó conocerla. En una segunda entrevista dijo que la conocía, pero solo por mensajería instantánea, no en persona. Manifestó que la primera vez que le preguntaron lo negó porque estaba recién casado y esperaba un hijo con su esposa.
Cuando hallaron a la joven, el caso pasó a investigación previa en la Fiscalía Especializada de Personas y Garantías de Pichincha. Entre las primeras diligencias se incluyen la recolección de indicios de ADN del cuerpo y la ropa de la víctima, y la explotación de su teléfono celular. El día de su desaparición, la joven se llevó un móvil básico y dejó el suyo en su casa, pues –para las prácticas de su profesión– estaban prohibidos los teléfonos inteligentes.
El resultado de la pericia fue el hallazgo de mensajes y fotos, una de ellas contenía la imagen del pecho de Luis Alfredo Ch. Ll. con el nombre de Julissa escrito en él. Con respecto a este descubrimiento, el ciudadano fue localizado y convocado para que rinda su versión ante la Fiscalía. En esta diligencia aceptó de forma libre y voluntaria entregar su muestra de sangre.
Los resultados del cotejamiento de ADN –entre las muestras del procesado con las levantadas del cadáver– detectaron proteína P30 (semen) correspondiente a Luis Alfredo Ch. Ll. En su segunda versión, el ciudadano investigado dijo que habían acordado un encuentro debido a la amistad entablada por mensajería instantánea y que en esa cita, acordada para el 3 de septiembre de 2017, atrás de una iglesia del centro de Quito, tuvieron contacto sexual.
La formulación de cargos se realizó con los siguientes elementos de convicción: los resultados positivos del cotejamiento de ADN, las fotos y mensajes extraídos del teléfono celular de la víctima y las entrevistas y versiones contradictorias que entregó el ciudadano durante la investigación en las fiscalías de Personas Desaparecidas y de Personas y Garantías FUENTE: FISCALÍA
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