La sociedad peninsular este año 2017 habrá sacado
conclusiones de las vicisitudes, esfuerzos, y hasta malabares que ha tenido que
hacer para llevar adelante a sus hogares, no importa a lo que se dediquen, sea
la pesca, el comercio, el turismo, la agricultura, la artesanía, etc.
Ese actuar de los peninsulares es positivo, muestra su deseo
de progresar, a pesar, que somos un mercado pequeño provincialmente hablando, por
ello es virtuoso ese temple de trabajo.
Ese deseo de proteger a su familia ha llevado incluso a
muchos profesionales a cambiar su rutina de trabajo, abogados se convirtieron
en taxistas a medio tiempo, ingenieros, periodistas, y más han complementado su
profesión con emprendimientos pequeños para subsistir, cuántos de nuestros
amigos no están viviendo de su profesión, probablemente muchos, esa es la
realidad nuestra, que muchos políticos parecen no descifrar o no les conviene
por que mostrarían que sus administraciones no han sido paradigmas de mejoras
para la sociedad que les da el voto.
Desde algunos años es vox populi en la sociedad peninsular el
pedido de nuevos actores en la política, sean jóvenes o mayores, lo importante
es que nuevas personas se inmiscuyan para lograr el cambio de la provincia de
Santa Elena.
La gente se pregunta ¿quiénes podrían ser? no ve a simple
vista, lógicamente no se ven candidatos con la fama y la larga promoción que
han tenido los actuales porque estos terruños han sido manejados por unos
cuántos líderes, la mayoría limitados en conocimientos, cultura y visión para beneficiar a sus coterráneos, que miran a la política como un negocio personal y como tal
colocan a sus amigos en candidaturas claves, una vez llegados al cargo,
demuestran sus falencias, algunos avergonzados recién se ponen a leer
sobre su rol, en una actitud también inmoral.
A pesar de estas falencias de la mayoría de los políticos de
alguna manera parecen que han cegado la visión de un gran sector ciudadano y sugieren
que lo que proponen es lo mejor, sin embargo, la resultante es esta realidad de
profesionales y emprendedores angustiados en la búsqueda de un sustento para su
familia, no se diga del pueblo llano, de ese personaje valiente que sale día a
día a conseguir unos cinco dólares para que se alimente su familia.
Mientras Santa Elena sufrague, vote con el corazón, sus
esperanzas de progreso familiar estarán bloqueadas, inconscientemente están
facilitando para que unos cuántos que deambulan por todos los partidos
políticos sigan enriqueciéndose, engañando al pueblo con el cuento que le van a
dar una oportunidad de empleo en instituciones con exceso de personal.
La fe mueve montaña dicen, ojalá un poquito de los
pensamientos de Mahatma Gandhi “Primero te ignoran, luego se ríen de ti, luego
luchan contra ti, luego ganan” ingrese a los corazones ciudadanos para que en su yo interior reconozcan que es necesario dar la oportunidad a nuevos actores políticos
preparados, visionarios y honrados para que tomen la batuta en esta provincia.