viernes, 1 de julio de 2016

EDITORIAL: ¡“Salvadores” para nuestra provincia!

17:05

Hay innumerables pretextos para justificar nuestro estancamiento  en  la provincia de Santa Elena, sea en lo turístico, económico, social y más.

Unos dicen que no hay apoyo preciso del gobierno central, otros que los gobiernos seccionales son los más indicados para cambiar nuestro futuro.

Las quejas continúan por parte de la ciudadanía, debido a la falta del líquido vital, alcantarillado, vías, el desempleo galopante y la poca visión de la mayoría de  los que manejan las riendas administrativa en la provincia de Santa Elena

El que vive aquí no percibe el retraso, los que nos visitan lo notan a simple vista. Si no hay una política a mediano plazo seguiremos a la cola del desarrollo en el país

Es lamentable que más de 300.000 habitantes sigan padeciendo estas realidades, o que no mejore las condiciones de vida. Los problemas graves lamentablemente se tratan con pinzas a todo nivel. Sin una política de desarrollo  los peninsulares seguiremos a la espera de “El Salvador”, visionario, que cambie este presente local que asusta

Somos 300 mil habitantes, ubicados disgregadamente, especialmente en la zona rural del cantón Santa Elena, que es una desventaja para cualquier planificador, más barato sale ubicar 20.000 habitantes con todos los servicios básicos  en un determinado sitio, que seguir, manteniendo “obras” aisladas para este extenso cantón, es un desperdicio de dinero que no hay en la actualidad.

En una reunión de gabinete gubernamental con los alcaldes y prefecto, allá por el año  2011,el presidente Rafael Correa le explicaba a un alcalde lo beneficioso y el gran ahorro que significaría reubicar a unos habitantes con todos los servicios básicos en determinado sitio. Eso es lo práctico, lo visionario, sin embargo, aquí muchas autoridades se llenan de exagerado sentimentalismo y no optan por la reingeniería de la movilidad humana para que vivan en mejores condiciones.

No es tan difícil preparar una política de desarrollo macro para una provincia pequeña, sin embargo a falta de “Salvadores” nada sucede hasta el presente y las nuevas generaciones repiten las calamidades de sus antecesores.

 

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