La economía ecuatoriana, se escucha en los medios de comunicación exposiciones de políticos, unos en contra del socialismo y otros contra el capitalismo, ambos defienden sus criterios a expensas de la angustia y desesperación del ciudadano común que ve mermado sus ingresos ante el estancamiento de la economía.
La situación y el desfase en la transferencia de fondos alcanzó a los GADs como prefecturas, municipios y juntas parroquiales. En la provincia de Santa Elena, la crisis se nota más debido a que la inversión privada es escasa.
En ambos bandos los más ilustrados se aferran a teorías iniciadas hace decenas de años, y maquilladas posteriormente con el mismo fundamento básico, siempre utilizando la circunstancia de un pueblo que sigue después de decenas de años en la pobreza.
El pueblo que no estudió filosofía, ni economía política, no entiende como los estudiosos y predestinados para un cargo político mantienen el país en crítica situación.
Por el contrario otros países, siguen escalando en su economía, y son miradas y sueños de muchas personas para ir a vivir allá
En la provincia de Santa Elena, sus habitantes piensan, no en las ideologías de los ilustrados, sino en su realidad, en la falta de ingresos, debido a que no hay donde laborar, pero, ese problema lo tienen desde hace años.
Poco les vale probablemente al pueblo y al santaelenense en especial las ideologías de unos y otros, si ninguno de los ilustrados políticos les provee de trabajo, quizás tiene mucha razón el sociólogo estadounidense Daniel Bell, cuando advierte que los servicios basados en el conocimiento habrán de convertirse en la estructura central de la nueva economía y de una sociedad apuntalada en la información, donde las ideologías resultarán sobrando.
Cuando mayor sea el conocimiento o ilustración en una sociedad, muchos de los populistas probablemente no estarían en el poder engañando a un pueblo con modelos o planes de gobierno que no lo saca de la pobreza.
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