Es común el descontento de los
ciudadanos por lo que realizan la mayoría de las autoridades de elección
popular, y las puestas a dedo, a tal punto que algunos piden la cabeza del
actual gobernador local, también desean que algunas autoridades populares no
sigan actuando con esa abulia e ineficacia hacia sus ciudades, aunque para ello
está la figura de la revocatoria.
Estas opiniones se han vuelto
inclusive virales, producto de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación),
pero desnuda una realidad que está ocurriendo en la provincia de Santa Elena,
la inmoralidad y lo negativo se va expandiendo aceleradamente, contradiciendo
la moral y la ética kantiana
Hoy salta a la palestra política
este tema por la realidad de la información donde se habla de asesinatos, drogas
y más temas que tienen que ver con la solución a problemas de las comunidades
La provincia de Santa Elena ha
contado con una variedad de gobernadores: Anita Triviño, Gino González, Noralma
Zambrano, Paul Soto, César Palacios, Erick López, a pesar de sus capacidades
ninguno de ellos han satisfecho a un gran sector de ciudadanos de la provincia de
Santa Elena, entonces nos preguntamos, cuáles deben ser las virtudes y
capacidades de los gobernadores de esta provincia para resolver los diferentes
problemas locales.
Si los gobernadores no mantienen
la mística, la mentalidad, convicción y ejecutividad del presidente Rafael
Correa, difícilmente podrán satisfacer a los ciudadanos, lo raro es que la
mayoría de ellos han vivido en esta provincia, conocen la problemática, ¿qué
los ha hecho fracasar en su cometido? Algunos
exgobernadores no quieren reconocer, que probablemente esa condición de
provincianos los ha perjudicado, al no
contar con una visión global adaptada a nuestra realidad.