Se termina el mes de diciembre del año 2015, muchos ciudadanos al comienzo de este año, pensaron, creyeron o soñaron que sus proyectos laborales, estudiantiles, políticos, sociales, económicos se cristalizarían.
Algunos concretaron sus expectativas en su totalidad, otros en menor proporción también lo lograron.
Sin embargo, a aquellos que no concretaron sus sueños, no deben desanimarse, a veces cometemos errores, en todos los ámbitos, grandes personajes y emprendedores también fracasaron en su tiempo y luego triunfaron, podemos mencionar a Walt Disney, Henry Ford, Steve Jobs, Billy Gates entre otros. Repasemos en qué fallamos, cuáles son nuestros puntos débiles, en qué debemos prepararnos de mejor manera, todas estas interrogantes nos sirven en el medio en que nos desempeñemos.
Para los que circulan en el ámbito profesional, no deben limitarse al conocimiento estricto de su área, muchas veces conocer otras áreas marca la diferencia de porqué se convierten en exitosos unos y otros no.
En todos los ámbitos el absorber conocimiento es la base para el éxito, sin embargo, cuando uno cree que lo que sabe es suficiente, comete un error, porque el conocimiento es ilimitado en la actualidad.
El mismo mensaje calza a nuestras autoridades locales, unos con mayor criterio han sabido acrecentar su imagen, otros deambulan en no saber qué hacer para ser aceptados por una ciudadanía que le dio su voto, pero, no pudieron lograr sus programas administrativos en beneficio de aquellos ciudadanos.
El mismo mensaje calza a nuestras autoridades locales, unos con mayor criterio han sabido acrecentar su imagen, otros deambulan en no saber qué hacer para ser aceptados por una ciudadanía que le dio su voto, pero, no pudieron lograr sus programas administrativos en beneficio de aquellos ciudadanos.
Nuestros políticos, si son inteligentes, deberán releer los errores estratégicos de Napoleón en la batalla de Waterloo que lo confinó a la isla de Santa Elena. También deberán rectificar en sus actuaciones, absorbiendo mayor conocimiento para desenvolverse en su entorno, la opción es recapitular y pensar, que la verdad es lo que la ciudadanía piensa de ellos.
Deben creer que no es verdad total, lo que los amigos y familiares piensen sobre su accionar.
Al final de su gestión, en la soledad y sin poder, sabrán en qué proporción los ciudadanos apreciaron su labor.
