La mayoría de las autoridades de elección popular local, hacen uso de la publicidad en los medios de comunicación para informar sobre las labores que ellos hacen.
Tanta es la mediocridad de nuestros políticos que algunos hacen una mala copia del informe que hace el presidente semanalmente, mientras el mandatario explica las razones de las obras y los beneficios al mandante (el pueblo ecuatoriano), los nuestros dan cuenta de reuniones intrascendentes y sin resultados a los pedidos de la ciudadanía local.
El gobierno tiene un propósito, un mensaje, habla de la matriz productiva, los nuestros parecen que van por otro rumbo, la poca productividad y el beneficio para los nuestros en igual porcentaje.
No hemos observado hasta ahora un personaje de elección popular que tenga la valentía y el compromiso de preparar un proyecto a mediano plazo en beneficio del mandante, solo escuchamos obras insignificantes, que lógicamente se hacen por que hay que consumir el presupuesto anual de esas instituciones.
Ejemplo el gobierno construyó la Terminal Terrestre en Santa Elena, el municipio que sabia de ello, ha tenido dos años para construir las vías paralelas, y no lo ha hecho, en la entrada a la terminal los taxis provocan un caos y eso que no suman ni veinte a la vez, la señalética dice una vía y como no hay vía de salida por el momento todos los vehículos incumple con la ley de tránsito y salen por la misma vía.
Así sucede en los otros cantones, acuerdense estimados lectores de los puertos pesqueros, desde hace 9 años se viene hablando de aquellas obras, terminaron fracasando los últimos alcaldes de Salinas, teniendo el gobierno que salvar esa situación al asumirlos para dar tranquilidad a el sector pesquero, el más productivo de la provincia , que genera empleo a miles de peninsulares. Ellos sabiendo de esa generación productiva, bien gracias.
Sabemos que las ciudades adolecen de espacios verdes, aquí más que en otras provincias, y eso que todavía hay terrenos baldíos, pero, no hay proyectos para arborizar las ciudades.
Así los nuestros copian y no se ponen a pensar: en lo que deben imitar y crear, mientras esa abulia se mantenga, las ciudades nuestras mostrarán esta imagen de pobreza.
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