En la reunión se analizará la denuncia que pusieron en la Inspectoría de Trabajo cerca de 90 exempleados de la cadena hotelera. Ellos requieren que la empresa los liquide por sus años de trabajo, les reconozca la afiliación al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), el pago de los décimos sueldos, las vacaciones y una compensación por despido intempestivo.
Las autoridades de Decameron Ecuador, pese a las denuncias de los trabajadores, están tranquilas. Alegan que ellos salieron de la empresa voluntariamente y que cuentan con la documentación que avala su postura y que demuestra que las acusaciones son infundadas. Sin embargo, dicen que están dispuestos a conversar con los comisionistas que dejaron de laborar para que se reintegren a sus actividades. "Son buenos en su trabajo", destaca Enrique Ponce, director general de la empresa ecuatoriana.
Para él, el problema de 84 personas (ese es el número de casos que están legalmente registrados) responde a un cambio de las cabezas de Multivacaciones Decameron, departamento que, según el coordinador jurídico Carlos Larrea, pertenece a Decameron Colombia.
La oferta de reintegrarlos a las líneas de Decameron Ecuador, como comisionistas, es para el personal ecuatoriano y no para unos 28 colombianos que también dejaron de trabajar.
Para los extranjeros se analiza, según Ponce, una contrademanda. Rechazan la acusación de una supuesta trata de personas. Sobre todo porque para ellos no existe tal delito. Los trabajadores debían regresar a su país (Colombia), pero alegan no poder hacerlo hasta que sus exempleadores no les devuelvan sus pasaportes.
Ellos permanecieron en Ecuador, explicaron los voceros, en contra del pedido de la empresa. Sus declaraciones se respaldan en documentos que envió Decameron Colombia, en los que les piden que regresen a su país luego de cumplir las actividades encomendadas en Ecuador.
Lenín Duque, abogado de los exempleados del departamento Multivacaciones Decamaron, señala que es ilegal el contrato mercantil para las personas cuyo trabajo cumple con los objetivos directos de la empresa, tengan un horario de trabajo y un jefe, según el reglamento del mandato constituyente número 8. "Requisitos que se cumplen en los despedidos. Laboraban más de ocho horas toda la semana, con un jefe y como muestra de ello hay una bitácora que firmaban", manifiesta.
Agrega que el mandato constituyente número 8 suprime la tercerización de servicios complementarios, la intermediación laboral generalizada.
Roberto Garzón era jefe de Venta, pero junto a los otros comisionistas fue despedido el pasado 2 de febrero. Él y 16 exempleados más que protestaron fuera del hotel de la provincia de Santa Elena aseguraron haber sido despedidos por "exigir nuestros derechos laborales". La solidaridad ha unido más al grupo, los exempleados ecuatorianos han dado hospedaje a los extranjeros. Para comer venden empanadas y hayacas, mientras que otros han ofertado sus menajes de casa, manifiesta Dayane Bonet, quien tiene dos hijos. Ella es de Santa Marta (Colombia).
Claudia Zapata, oriunda de Medellín, tiene siete años laborando para la cadena hotelera, cinco de ellos en Ecuador. Ella era la supervisora del call center.
El representante legal de los exempleados aspira a que se acentúe un precedente legal, para evitar que las empresas incumplan con los derechos laborales de sus colaboradores, en especial las multinacionales.
Fuente: Diario Expreso Follow @laprimeraec
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