Los afectados empezaron a llegar desde la madrugada de ayer hasta la sala de emergencias del hospital regional Vicente Corral Moscoso. El ingreso de pacientes hizo que el establecimiento casi colapsara, pues hasta el mediodía seguían llegando enfermos, algunos por sus propios medios o apoyados en familiares.
La versión de los parientes de los intoxicados coincidía en que estos presentaban intenso dolor de cabeza y de estómago, vómito y diarrea.
“Estuvimos en la casa de uno de los compadres (prioste) de la novena del Niño Jesús y todos comimos lo mismo”, dijo ayer al mediodía Alexandra Morocho, mientras esperaba noticias del estado de salud de su suegra y su cuñada, quienes ingresaron al hospital a las 04:00.
“Primero nos dieron chocolate, luego comimos pollo, hornado y chicha”, afirmó Morocho, quien pese a haber ingerido esos alimentos no sentía ningún síntoma como sí lo tenían sus parientes.
Susana Idrovo también esperaba que dos de sus sobrinas y dos cuñadas salieran de emergencias. Comentó que los niños fueron los que más comieron y los primeros en ser trasladados a una casa de salud. “A la una de la mañana ya empezaron a llegar las ambulancias a Cumbe”, aseguró la mujer.
Mauricio Pacheco, médico encargado de emergencias, señaló que a esa dependencia del regional Vicente Corral llegaron 52 pacientes con síntomas de intoxicación, 32 adultos y 20 niños. De estos, 18 se quedaron en el hospital y los demás fueron trasladados a otras casas de salud. La causa, según el galeno, fue la mezcla de alimentos que comieron: carne, chancho, gallina y chicha. Los que consumieron en exceso se intoxicaron, manifestó el médico.
La capacidad del establecimiento de salud colapsó por la cantidad de pacientes y alrededor de otros 70 intoxicados fueron llevados a diversas casas de salud tanto públicas como privadas. Incluso, familiares reportaron que debieron llevar a algunos afectados al hospital de Azogues, en la provincia del Cañar.
Parte médico
En el caso de los hospitalizados en el Vicente Corral Moscoso y que ingresaron a la madrugada, al mediodía ya habían sido estabilizados y a algunos incluso les dieron el alta.
Costumbre
En la zona rural, las posadas son organizadas por priostes que reciben en sus casas y brindan abundante comida. Incluso engordan animales todo el año para esta fiesta./El Universo Follow @laprimeraec
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