En
el marco del Día Mundial del Suelo, que se conmemora cada 5 de
diciembre, es fundamental resaltar la importancia de este recurso para la
seguridad alimentaria y la sostenibilidad. En Ecuador, la fecha cobra
relevancia debido a los desafíos que enfrentan los suelos agrícolas,
especialmente en zonas de la Costa, la Sierra centro-norte y la Amazonía, donde
estudios técnicos del INAMHI, el MAG y organismos internacionales advierten
riesgos por erosión hídrica, pérdida de materia orgánica y compactación.
Frente a esta realidad, la adopción de prácticas
sostenibles de manejo del suelo se vuelve esencial para proteger la
productividad agrícola y fortalecer la resiliencia climática. Diversas
evaluaciones regionales muestran que una parte significativa de los suelos del
país presenta distintos niveles de degradación, lo que evidencia la necesidad
de promover estrategias de conservación y manejo regenerativo.
En este contexto, empresas como BASF impulsan
soluciones productivas de bajo impacto, entre ellas Kumulus® WG,
un fungicida y acaricida biodegradable y Kelpak®, un bioestimulante
vegetal que favorece el desarrollo radicular y la absorción de nutrientes.
Estas herramientas, junto con programas de capacitación en buenas prácticas
agrícolas y uso racional de insumos, permite a los productores mejorar la
estructura del suelo, fortalecer la retención de agua y nutrientes, y elevar la
productividad de sus cultivos.
Otra iniciativa es la recolección y reciclaje de envases
vacíos de agroquímicos mediante el programa CampoLimpio, impulsado por CropLife
Latin America y ejecutado en Ecuador por InnovAgro, con la participación de
BASF, distribuidores y agricultores. Esta acción previene la contaminación de
suelos y fuentes de agua, promoviendo prácticas responsables y la economía
circular en el agro. Además, BASF promueve su programa global de agricultura
regenerativa, que integra acciones como manejo optimizado de nitrógeno,
rotación de cultivos, contribuyendo a mejorar la salud del suelo y a reducir
hasta un 30% las emisiones de CO₂ por tonelada producida.
“El Día Mundial del Suelo
nos recuerda que este recurso es esencial para la sostenibilidad y para el
futuro de la agricultura. La ciencia y las buenas prácticas agrícolas son
claves para conservarlo, producir de manera eficiente y garantizar alimentos
para las próximas generaciones. Bajo nuestra visión ‘Por amor a la agricultura,
el trabajo más valioso de la tierra’, reafirmamos la importancia de los
recursos naturales que hacen posible llevar alimentos a cada hogar y sostener a
las familias agricultoras del Ecuador”, señala Stephanie
Valquinta, Gerente País de Soluciones para la Agricultura en BASF Ecuatoriana.
La recuperación del suelo agrícola constituye hoy una prioridad estratégica
para mantener la competitividad del agro nacional. Un suelo sano es la base de
un campo más resiliente, productivo y sostenible; protegerlo ahora es asegurar
el futuro alimentario y agrícola del Ecuador.

