los correos se multiplican y
las metas parecen más apremiantes que nunca. En medio de esta presión, nuestro
cuerpo también “siente el apuro”: el sistema digestivo es uno de los primeros
en reflejar el estrés, provocando síntomas como acidez, inflamación,
estreñimiento o diarrea. Esto recuerda que cuidar la digestión es tan
importante como mantener la concentración y la productividad en el trabajo.
Un
estudio de 2022 publicado en la revista Gastroenterology y respaldado por la
Organización Mundial de Gastroenterología (WGO) indica que más del 40 % de la
población mundial presenta trastornos digestivos funcionales vinculados al
estrés, la ansiedad o hábitos de vida irregulares. En Ecuador, según el MSP y
el INEC (2022‑2023), aproximadamente el 54 % de la población registra altos
niveles de estrés, situando al país como el segundo con mayor prevalencia en
Latinoamérica.
Frente
a este escenario, Laboratorios Bagó del Ecuador se preocupa activamente por el
bienestar de las personas y su salud digestiva, explicando que el estrés activa
respuestas fisiológicas que alteran la motilidad intestinal, la secreción
gástrica y la microbiota. En situaciones de alta presión, el cuerpo activa la
respuesta de estrés o “lucha y huida”, liberando adrenalina y cortisol. Esto
provoca que la energía y el flujo sanguíneo se desvíen del sistema digestivo
hacia los músculos y el cerebro, priorizando la supervivencia inmediata. Como
resultado, el proceso digestivo se enlentece o se detiene temporalmente, lo que
puede generar acidez, inflamación, gases, digestiones pesadas o incluso
alteraciones en la microbiota intestinal.
Cuando
este estado se vuelve crónico, el intestino pierde parte de su capacidad de
absorción y defensa, afectando tanto el bienestar físico como emocional, ya que
el intestino y el cerebro están íntimamente conectados a través del eje
intestino-cerebro. Por eso, manejar el estrés no solo es clave para la salud
mental, sino también para mantener una digestión eficiente y un equilibrio
metabólico óptimo.
La
Dra. Carla Cevallos, Jefe de Seguridad, Ambiente y Salud Ocupacional de la
compañía, ofrece recomendaciones prácticas para cuidar la digestión durante
periodos de alta presión laboral:
● Planificación de comidas y horarios: mantener
horarios regulares de alimentación y no saltarse las comidas ayuda a
estabilizar la motilidad intestinal y prevenir problemas digestivos.
● Hidratación constante:
consumir suficiente agua durante la jornada laboral favorece la digestión y el
tránsito intestinal.
● Pausas activas y ejercicio ligero:
incorporar breves pausas para estiramientos, caminatas o ejercicios de
respiración disminuye la tensión muscular y reduce el estrés, beneficiando
también la función digestiva.
● Prácticas de manejo del estrés:
actividades como meditación, respiración profunda o yoga durante la jornada
laboral pueden regular la respuesta fisiológica al estrés y disminuir síntomas
como acidez, inflamación o digestiones lentas.
● Políticas de desconexión laboral: evitar
correos y reuniones fuera de horario permite al cuerpo y mente recuperarse,
reduciendo la sobrecarga de estrés que impacta directamente en la digestión.
● Atención temprana a síntomas digestivos:
consultar oportunamente con un profesional de salud ante molestias digestivas
persistentes, y participar en programas preventivos ofrecidos por la empresa,
como jornadas de bienestar y educación en salud digestiva.
● Entorno laboral saludable:
favorecer un espacio de trabajo con buena iluminación, ventilación y ergonomía
contribuye a reducir el estrés y sus efectos sobre el sistema digestivo.
Laboratorios
Bagó del Ecuador reafirma su compromiso con la promoción de hábitos saludables
y el cuidado integral de la población ecuatoriana, entendiendo que la salud
digestiva es un componente clave del bienestar general. La compañía continuará
desarrollando iniciativas que integren educación, prevención y acompañamiento
práctico, consolidando un enfoque proactivo frente al estrés y sus efectos en
la salud.
Este
compromiso se refleja en los diversos programas impulsados por la organización,
orientados a fortalecer la salud física y emocional, promover la alimentación
equilibrada, y fomentar el autocuidado desde una perspectiva científica y
humana; tomando cada colaborador la decisión de llevar un estilo de vida
saludable. Dentro del Programa de Vigilancia en Salud alineado a Bagó Diverso,
en las evaluaciones 2025 sumamos el seguimiento por la especialidad de
gastroenterología a los colaboradores con casos crónicos, poniendo su salud
como prioridad.
De esta manera, Bagó del Ecuador contribuye activamente a construir entornos
laborales más saludables, resilientes y sostenibles, donde las personas puedan
sentirse saludables, enérgicas y respaldadas en su día a día —porque el
bienestar, al igual que la productividad, se cultiva desde adentro.
