Algas mejoradas, cultivadas mediante un novedoso método de investigación. (Foto: DORON ASHKENAZI)
El Mediterráneo oriental podría albergar una extraordinaria diversidad de algas marinas ricas en compuestos nutricionales y beneficiosos para la salud, con un gran potencial para la elaboración de súper alimentos, productos farmacéuticos, cosméticos ecológicos y la mitigación del cambio climático, según científicos israelíes.
Investigadores de la Universidad de Tel Aviv y del Instituto de Investigación Oceanográfica y Limnológica de Israel (IOLR por sus siglas en inglés) realizaron el primer estudio exhaustivo de algas marinas en Israel, identificando la región como un foco natural de lo que denominaron un «tesoro verde»: algas resistentes con propiedades bioquímicas excepcionales. Los hallazgos, publicados en la revista científica Marine Drugs (Drogas marinas), posicionan a Israel como un posible líder mundial en biotecnología marina e innovación sostenible.
“Israel, ubicado en el extremo oriental del mar Mediterráneo, ofrece condiciones ambientales únicas: un clima subtropical con luz solar durante todo el año, costas rocosas con escasas fluctuaciones de marea y una salinidad e irradiación relativamente altas”, explicó el Dr. Doron Yehoshua Ashkenazi, quien dirigió el estudio. “En conjunto, estos factores estimulan el desarrollo de algas marinas con características químicas únicas que actúan como ‘fábricas biológicas’ naturales, produciendo compuestos bioactivos en concentraciones notables”.
Durante varios años, el equipo de investigación recolectó cerca de 400 especímenes a lo largo de la costa mediterránea de Israel, identificando 55 especies de algas marinas; predominantemente rojas, con un menor número de tipos café y verde. A diferencia de hallazgos anteriores que sugerían dos picos anuales de productividad, el estudio registró una única temporada productiva en primavera. Los investigadores creen que este cambio refleja el impacto ecológico más amplio del calentamiento global en los ecosistemas marinos.
También se observó que los patrones estacionales afectan la composición química de las algas marinas. Los análisis de laboratorio revelaron que las algas locales contenían niveles excepcionalmente altos de proteína durante el invierno; alcanzando varias decenas de porcentajes de su peso cuando están secas, lo que las convierte en una prometedora fuente alternativa de proteína tanto para el consumo humano como animal. Los compuestos antioxidantes alcanzaron su máximo en primavera, aumentando hasta un 300 % en ciertas especies en comparación con otras estaciones.

Estos hallazgos acentúan la importancia científica del Mediterráneo israelí como laboratorio viviente de biotecnología marina.
Algunas especies de algas israelíes contienen altos niveles de proteínas y antioxidantes, lo que las hace útiles para suplementos alimenticios o alimentos fortificados. Los antioxidantes y compuestos fenólicos presentes en las algas nativas pueden convertirse en agentes terapéuticos naturales para afecciones metabólicas o inmunitarias. La combinación de filtros UV, antioxidantes y compuestos reparadores de la piel también las convierte en ideales para la «cosmética verde» – cremas y sueros naturales de origen marino con menor impacto ambiental.
Además, el cultivo de algas podría sentar las bases de proyectos de carbono azul, ya que absorben CO₂ y otros contaminantes.
“Beneficios ambientales inmensos”
“Las algas marinas ofrecen beneficios ambientales inmensos pues no requieren tierra cultivable, generan oxígeno, capturan carbono y purifican el agua de contaminantes. Se encuentran a la vanguardia de la acuicultura sostenible, combinando ventajas ambientales con oportunidades económicas”, explicó el profesor Álvaro Israel, del IOLR Haifa.
El profesor Avigdor Abelson, de la Universidad de Tel Aviv, describió las aguas mediterráneas de Israel como “un laboratorio natural único” con un enorme potencial.
“Las algas marinas representan un recurso estratégico a nivel nacional y mundial que puede ayudar a abordar los desafíos futuros en materia de seguridad alimentaria, salud y medio ambiente”, afirmó.
