¿Sabía que casi todos los accidentes laborales podrían evitarse? Según la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, por sus siglas en inglés), el 99 % de estos incidentes son prevenibles si se aplican medidas tan simples como hacer pausas activas, recibir capacitación adecuada y controlar los riesgos en el entorno de trabajo.
En trabajos de oficina, levantarse, estirarse y descansar la vista cada cierto tiempo puede marcar la diferencia. En labores de pie o expuestas al clima, sentarse un momento, elevar las piernas y usar la protección adecuada protege la salud física y previene lesiones.
“Prevenir problemas de salud y accidentes en el trabajo es posible cuando la cultura de bienestar se vive día a día. Crear cambios en los hábitos de los colaboradores, sumados a acciones consistentes por parte de la empresa, marcan la diferencia y generan entornos laborales más seguros, saludables y productivos”, afirma Alexandra Vega, gerente Médica y de Farmacovigilancia de Genfar.
Las claves para cuidar tu salud en el trabajo, consisten en:
● Alimentación balanceada y sin prisas
● Respetar el tiempo del almuerzo y moderar el café
● No comer frente al computador
● Mantener una buena higiene del sueño para recuperar energías
Pero no solo el cuerpo necesita atención. El cuidado de la salud mental es igual de importante: comunicación abierta con jefes y compañeros, organización del tiempo para evitar la procrastinación y límites claros entre lo laboral y lo personal —sobre todo en teletrabajo— ayudan a reducir el estrés y mejorar el bienestar general.
Empresas saludables, colaboradores felices
Promover un ambiente laboral sano es también una inversión estratégica, y para lograrlo las organizaciones pueden garantizar vacaciones reales, establecer horarios de trabajo definidos, habilitar zonas para pausas y descanso, y ofrecer opciones de flexibilidad laboral que favorezcan el equilibrio entre la vida personal y profesional.
Además, los programas de salud ocupacional que incluyen chequeos médicos, acompañamiento psicológico, revisiones ergonómicas y campañas preventivas refuerzan esta cultura. Asimismo, incentivar el uso responsable de los servicios y beneficios de salud disponibles en cada ciudad garantiza que los colaboradores reciban atención oportuna y adecuada.
Cuidado con la automedicación
El estrés, dolor de cabeza o malestares comunes no deberían tratarse sin supervisión médica. Automedicarse puede ocultar problemas más graves. La recomendación: acudir siempre a un profesional y aprovechar los programas de bienestar integral que ofrecen empresas y el sistema de salud.
“La salud en el trabajo es una corresponsabilidad: cada colaborador debe ser consciente de sus hábitos, y las empresas, de su papel como promotoras de entornos que favorezcan el bienestar físico, mental y emocional”, agrega Vega.
En resumen, adoptar y promover hábitos saludables en el trabajo no solo previene enfermedades, sino que fortalece la motivación, el compromiso y la productividad, construyendo entornos más humanos, equilibrados y sostenibles.