Proponer conceptos
en arte es ilimitado y bien por ello, sin embargo, no solo es plantear ideas
que irrumpan como solución a que una sociedad dormida reaccione, además es
importante valorar sus efectos, lo planteaba Immanuel Kant (1724-1804) en uno
de sus tantos tratados (escritos).
En el caso
de los estudiantes de arte de Universidad Casa Grande de Guayaquil: sus
propuestas han sido planteadas, sin reflexionar probablemente sobre la función
causa y efecto, no por el tema sino por la realidad en que se encuentra nuestro
país con la inseguridad ciudadana que nos tiene sensibles y temerosos, como
dice el pueblo una propuesta artística que es como echarle más gasolina al
fuego.
No conozco
en esencia la propuesta que el artista y profesor Brito les planteó a los
alumnos, no sé si esa tarea era para irrumpir como unos adelantados en el
mundo del arte. El medio digital PRIMICIAS publicó lo siguiente https://www.primicias.ec/sucesos/bultos-complejo-alban-borja-guayaquil-proyecto-artistico-universidad-casa-grande-85475/:
“Esta materia teórico - práctica busca implementar intervenciones artísticas en
el espacio público de la ciudad de Guayaquil para mover a la reflexión de
problemáticas sociales como la violencia. Esta obra se denomina “Presente” y
tenía lazos navideños de colores en la parte superior”, se detalla en el
comunicado.
“Mover a la
reflexión”, justo ese propósito de los estudiantes generó un efecto contrario
aparentemente, lo que si lograron es ser apresados provisionalmente, lo otro, ¿cómo
lo comprueban?
La teoría
al imponerse a la praxis y no complementarse viene generando reacciones de
asombro, desprecio y repulsión en ciertos casos, que significa extraordinarias
ganancias no a los artistas creadores de la obra, sino a los grandes
coleccionistas, por ejemplo: La obra de arte “Comedian” del artista italiano
Maurizio Cattelan, consistente en una banana pegada a una pared con cinta
adhesiva, en el presente dicha obra que no es otra cosa que un “certificado” porque
la expuesta ya feneció, que ha llegado a sobrepasar este año 2024 los 6
millones de dólares, lo adquirió el
fundador de la plataforma de criptomoneda Tron. Así un arte efímero alcanza
cifras brutales.
Si el
propósito de los estudiantes es ese, van por buen camino, aunque Ecuador a
nivel universal tipo grandes negocios, no es tomado en cuenta por el talento de sus artistas, como: Rendón, Guayasamín, Kingman, Moré, Tábara, Villafuerte, Maldonado y
más.
Quizás el
deseo de figurar haya llevados a los estudiantes de la Universidad Casa Grande
de Guayaquil a presentar estos bultos como una propuesta indecente que cambie
nuestra sociedad que temerosa ve como se incrementa la delincuencia y por ende
la inseguridad.
Y no estoy
criticando las obras porque no se si esos bultos presentaban muestras de una figura
bien elaborada, aunque ese concepto de buena elaboración ya no es importante en
el arte contemporáneo.
En pleno
siglo XXI en Guayaquil se han unido mentalmente directores de museos estatales
y municipales con la influencia de ciertas universidades con dineros del pueblo
para convertirse en regidores de lo que debe exponerse o no en la ciudad,
seguramente para sentirse como que están dirigiendo el MOMA de New York, las
bienales de Venecia en Italia o la feria ARCO en Madrid. Ni siquiera se han tomado la molestia de observar la cantidad de visitantes que llegan a esas exposiciones, además de los estudiantes de arte
Inclusive las ministras de cultura de los
últimos años, muestran necedad en que él arte debería iniciarse en las escuelas,
eso no ocurre y quieren enseñar a la sociedad ecuatoriana adulta a que aprecie
el arte, que ironía
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