viernes, 15 de marzo de 2024

DE INFANTE A PRESIDENTE DEL ECUADOR

22:44

 

PRESIDENTE DANIEL NOBOA  AZÍN

Por el año 1990 le envié una carta al abogado Álvaro Noboa Pontón con criterios míos sobre un medio de comunicación que él había fundado, como buen empresario y persona educada, tuvo la amabilidad de encargarle a su secretaria que me recibiría en una fecha determinada para tratar sobre temas importantes para ese medio de comunicación. Me recibió en el penthouse o último piso del edificio que aún queda en el malecón de Guayaquil, abajo queda el banco del Litoral de su propiedad.

Fui a la cita un tanto nervioso, subí el ascensor, en el corredor afuera del departamento me esperaba un guardia de seguridad gigante afrodescendiente, que educadamente preguntó por mi nombre a lo que yo contesté, me hizo pasar a una sala amplía decorada con muebles modernos y obras de artes de reconocidos artistas ecuatorianos, lo que me dio a entender de su cultura. Esperé un buen tiempo observando lo que parecía una pequeña piscina hasta que el salió y empecé a tratar el tema que me competía

El abogado Álvaro Noboa preguntaba una y otra cosa para ver si no me contradecía, se habló sobre temas específicos de aquella revista que creo que todavía circula, ahora en papel couché a todo color. Precisamente esa era una de las ideas, mejorar en calidad y contenido una revista impresa que en aquella década utilizaba papel periódico alisado, cuando la gente cultivaba el gusto por la lectura

Mientras el abogado Noboa Pontón me inquiría sobre una serie de aspectos técnicos, lo interrumpía un funcionario de confianza creo, para comunicarle sobre la bolsa de valores de Londres, de New York y él ordenaba lo que debía hacerse de acuerdo a las circunstancias. Hay que recalcar que todavía no se usaba el celular, seguramente con esa tecnología lo hubieran estado llamando cada minuto y la entrevista hubiera sido un fracaso

El diálogo duró con interrupciones y todo alrededor de media hora o cuarenta minutos. A veces aparecía en la sala uno de sus hijos, era el actual presidente Daniel Noboa, un infante todavía, se iba y regresaba a ver lo que el papá hacía.

En ese momento al ver a Daniel Noboa Azín, infante aún, habrá tenido unos tres o cuatro años de edad, no se me ocurrió que después de unas décadas, él seria nuestro presidente de la república, peor que gobernaría, en una etapa tan complicada de nuestro país. Dónde el terrorismo es el pan de cada día.

Más vale me imagine que el abogado Álvaro Noboa podría ser presidente del Ecuador porque desde joven mostraba ese interés por los problemas de las clases sociales más vulnerable, aunque algunos no lo crean

Probablemente esto que estoy relatando, en el presente no se daría, por la tecnología, por la forma de ser de los nuevos empresarios.

Recuerdo esa conversación, al final me dijo, que regresará al siguiente día, cuando uno es joven, ve de aquí a la esquina, justo esa tarde me llamaron para dirigir el área de producción de un medio de comunicación nacional y no hubo otra conversación con el abogado Noboa.

El recuerdo que me quedó fue que la cultura y la educación de los empresarios mayores era una virtud, hoy hay mucha gente con dinero, pero, sin respeto y educación con sus semejantes.

Estuve en la casa del infante Daniel Noboa Azín sin imaginarme que hoy como presidente debe utilizar su educación y talento para sacarnos adelante como país. En una época dónde gran parte de la clase política muestra actitudes censurables.

Por: Leonardo Rivadeneira

 

 


 

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