En Ecuador, más del 70% de la población no puede acceder a un crédito
hipotecario y solo el 48,9% de los hogares posee vivienda propia, mientras que
el déficit habitacional supera los 2,7 millones de unidades, según el INEC. A
esto se suma un riesgo sísmico significativo, con un 2% de probabilidad de que
ocurra un sismo de gran magnitud en los próximos 50 años, según el Instituto
Geofísico. Frente a este panorama, la vivienda
industrializada emerge como una solución estratégica que permite edificar de
manera más segura, rápida y sostenible, dinamizando además la economía local.
“El
sistema de vivienda industrializada es una alternativa desarrollada por
Eternit, que ofrece modelos de 72 m² y también de 50 m², diseñados para
maximizar el espacio, brindar confort y funcionalidad. La mayor parte de la
materia prima y componentes que utiliza son fabricados en Ecuador, favoreciendo
a productores nacionales de cemento, pintura y otros insumos. Además, esta
modalidad de construcción es altamente versátil y puede aplicarse no solo al
desarrollo de viviendas, sino también a soluciones para el sector educativo y
de salud, como aulas de clase y hospitales, contribuyendo así a una
infraestructura más ágil, eficiente y sostenible”, explica Ricardo Chango, Jefe
de Calidad y Desarrollo de Eternit.
¿Qué es la vivienda industrializada?
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La vivienda industrializada se construye con componentes prefabricados y procesos
estandarizado, lo que permite levantar hogares de manera más rápida y
eficiente, sin sacrificar la seguridad estructural ni la calidad de los
materiales. Debido a que se usan elementos prefabricados permite edificar viviendas de hasta un 80% más livianas que las de
construcción tradicional. Esto también permite mayor versatilidad en el diseño
y en la logística de proyectos.
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Además, este tipo de construcción es sismorresistente, una característica
especialmente favorable al encontrarnos en Ecuador, un país ubicado en una zona
de alta actividad sísmica, lo que garantiza mayor seguridad y durabilidad
frente a eventos naturales.
Beneficios clave:
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Rapidez y eficiencia: permite reducir los tiempos de obra hasta en un 50%.
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Ahorro en costos: el uso optimizado de materiales y la menor mano de obra impactan
directamente en el presupuesto.
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Sostenibilidad: disminuye el desperdicio de materiales y el impacto ambiental.
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Seguridad estructural: mayor desempeño frente a sismos por su diseño liviano y flexible.
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Adaptabilidad: ideal para distintos tipos de vivienda, desde proyectos sociales hasta
construcciones de media y alta gama.
Costos y accesibilidad:
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Según Minimal Studio EC, el costo promedio de construcción en Ecuador
oscila entre USD 450 y 620 por metro cuadrado, dependiendo del tipo de
vivienda. Este rango evidencia la necesidad de métodos más eficientes y
económicos, que permitan ampliar el acceso a hogares dignos y seguros.
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El modelo industrializado de Eternit ofrece una alternativa competitiva
frente a los sistemas convencionales, al optimizar recursos, reducir tiempos y
garantizar calidad estructural.
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La vivienda del futuro no se mide solo en metros cuadrados, sino en su
capacidad para ofrecer seguridad, sostenibilidad y esperanza. Apostar por
sistemas industrializados significa avanzar hacia un Ecuador donde tener un
hogar deje de ser un privilegio y se convierta en un derecho alcanzable para
todos.
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