LEONARDO RIVADENEIRA
Llevamos
décadas con la misma rutina de elegir presidentes en Ecuador por sus cualidades
de animadores antes que por su talento como excelentes administradores de la
cosa pública, el último gobernante sacaba pecho de sus grandes virtudes como
administrador de un banco privado, ingreso a manejar la política de estado y
fracasó.
Es larga la
lista de presidentes que han fracasado al querer convertir al Ecuador en un estado
de progreso sostenido, han inventado todo tipo de fórmulas, sin embargo, la
resultante ha sido la misma, un pueblo pobre, y lo más crítico, el desempleo y
ahora la inseguridad.
Los filósofos
en economía desde hace décadas expresan que una de las formas de acabar con
esta realidad de pobreza y más pobreza es nutrirse de conocimiento apoyado por
las TIC Tecnologías de la Información y Comunicación, sin embargo, eso no se
cultiva en el porcentaje que necesitamos.
La sociedad
nuestra muestra un atraso cognoscitivo, esa vertiente puede ser abstracta para
el gran conglomerado vulnerable que no entiende que el desconocimiento lo tiene
pobre, en su ignorancia piensan que no hay que nutrirse, que con lo que conocen
les basta, no relacionan que a menor conocimiento menores ingresos.
Por otro
lado, el observar a políticos incapaces, sin talento para beneficiar a los electores,
pero astutos para propio beneficio, podemos razonar que unos los causantes de las
desgracias del ciudadano común son los políticos, que legislan para tener
inmunidad, para poseer bienes sin pagar muchos impuestos, códigos penales que
favorecen a los que más dinero poseen, dando mal ejemplo para una sociedad que
pensó que los políticos eran su salvación.
El sistema en
nuestro país esta en crisis, se duda del ejecutivo y sus ministros, del
legislativo que se preocupa por los políticos, jueces que ganan buen sueldo, pero
les parece poco y se venden por dólares.
Esa
idolatría por el dólar alcanza a prefectos, alcaldes, juntas parroquiales, que
abusan de su cargo a sabiendas que las autoridades de control también se
convierten en parte del sistema corrupto en que vivimos.
Se puede
cambiar esta realidad, cuando el pueblo, decida castigar a los que les engañan valiéndose
de fiestas, obsequios, y verbo.
El día que
los electores impidan al político regalón ser autoridad, cambiarán esa
estrategia de ahora “invierto y después recupero”.
Esa estrategia
nos tiene arruinados, porque aparece el pedido de una comisión, así las obras públicas
pierden calidad, convirtiéndose en normal que todos los años se asfalten vías a pesar de
la gran inversión que se hace.
Los políticos
se encuentran en todas las esferas de control y desarrollo económico en el país,
en provincias, en ciudades hay alcaldías que parecen escuela de delincuentes, con la poca credibilidad que tienen, el futuro para el
ciudadano es gris siendo optimista.