Cuando los lectores se afanan por leer a determinado
escritor, sea de la saga del boom latinoamericano en las últimas décadas del
siglo XX como García Márquez, Vargas Llosa, Julio Cortázar o a nivel universal,
desconocen por lo general la vida íntima de estos creadores, muchas veces su manera de vivir puede ser tema para una novela de gran atractivo como la que ellos crearon en
determinado tiempo.
Esas vidas impactan tanto como sus novelas, en ese camino
también caen grandes artistas visuales como el caso de Frida Kalo, Amadeo
Modigiliani, Vicent Van Gogh, reconocidos posteriormente en gran parte por sus
dramáticas existencias.
Diario Extra de Colombia publica parte de esa realidad de Gabriel
García Márquez, que había pasado guardada, porque Mercedes la esposa, dedicada,
estoica, hacía maravillas en la economía del hogar en épocas difíciles del
Premio Nobel de Literatura, para él fue su musa. Aquella dama famosa que hizo
malabares para enviar el manuscrito de la novela “100 años de soledad” a la
editorial argentina en partes, por la difícil economía de García Márquez sin embargo, ella murió el
año 2020.
Terminada la existencia material de ambos, sale a la luz, un tema íntimo de Gabriel García Márquez, su infidelidad y el nacimiento de una hija.
El diario Colombiano EXTRA publica “Fruto del amor de Gabo y
la periodista, Susana Cato, habría una hija, Indira Cato, de 30 años, quien
es una reconocida documentalista.
La información fue revelada por el periodista Gustavo Tatis
en un artículo de El Universal de Colombia y confirmada por el sobrino del
escritor, Gabriel Eligio Torres, en entrevista para la agencia EFE.
Según lo informó Sputnik, "Índira recibió su nombre en honor a Indira Gandhi, exprimera ministra de India, con quien García Márquez habría tenido una estrecha amistad, luego de acompañarla a Nueva Delhi a una cumbre del Movimiento de Países No Alienados, en el que participó el expresidente de Cuba, Fidel Castro de acuerdo a la versión de Tatis.
El periodista aseguró que la existencia de Indira Cato,
quien no recibió el apellido García por petición de su madre, se mantuvo en
secreto por respeto a Mercedes Bacha.
A incio de la tercera década del siglo XXI esta realidad no inquieta mucho a la sociedad amante de la lectura, fue un secreto que cumplió con los deseos de los que se creían afectados