La Contraloría examinó la gestión de la Empresa Nacional Minera (Enami EP) entre 2018 y 2020. Como resultado de la acción de control, se determinó que las autoridades de la entidad no impulsaron acciones para garantizar el cumplimiento de los objetivos institucionales. Tampoco identificaron ni evaluaron oportunidades de negocios, que permitan fortalecer la imagen corporativa, obtener utilidad y cumplir las metas planteadas.
En el informe de la auditoría de gestión al cumplimiento de la planificación estratégica, planes operativos, metas y objetivos institucionales en la Empresa Nacional Minera (Enami EP), la Contraloría General del Estado advierte que, entre enero de 2018 y diciembre de 2020, los directivos de la empresa pública no emitieron lineamientos ni políticas institucionales para la explotación, beneficio, fundición, refinación, comercialización y cierre de minas, fases propias de la actividad minera.
El directorio y los gerentes generales de la empresa no emitieron pautas para alcanzar los objetivos establecidos en la planificación estratégica, no dispusieron la optimización del gasto ni elaboraron políticas de sostenimiento de las inversiones realizadas en la prospección y exploración de los proyectos mineros.
Contraloría señala que la Enami se limitó a recibir ingresos por regalías, generados a través de los contratos de cesión y transferencia de derechos mineros. En consecuencia, la entidad no cumplió su misión de gestionar la actividad minera y el Estado ecuatoriano no obtuvo beneficios económicos continuos de la industria extractiva.
La institución no incrementó el financiamiento no fiscal externo para el desarrollo de actividades inherentes al giro de negocio, ni posicionó al sector minero como industria relevante de la economía nacional, promoviendo mayores niveles de inversión con un desarrollo competitivo y sostenible, incumpliendo el primer objetivo del Plan Nacional de Desarrollo del Sector Minero 2020-2030.
La Enami registró un bajo rendimiento económico, que osciló entre el 4 % y el 29 % de las rentas totales, debido a que disminuyeron los ingresos y los gastos corrientes fueron superiores a los de inversión, lo que imposibilitó que desarrolle actividades productivas y tenga seguridad de apalancamiento para incrementar sus inversiones, conduciendo a un nivel decreciente de capital de trabajo.
Con respecto a los proyectos de inversión, auditoría estableció que la Enami cedió los derechos mineros del proyecto Río Huambuno a partir de un informe estimativo de volúmenes y no sobre la base de la evaluación del yacimiento.
El informe elaborado por la Contraloría indica que la empresa pública realizó actividades en territorios de comunidades ancestrales, lo que impidió la generación de recursos económicos para el Estado y ocasionó una sentencia de reversión de las concesiones mineras y la reparación de daños ambientales.
La auditoría de gestión se desarrolló bajó un enfoque gerencial o gobernante, estratégico y operativo y de proyectos de inversión, orientado a la evaluación de la gestión institucional en términos de eficiencia en el uso de recursos, eficacia en el logro de las metas y objetivos planteados en los proyectos de inversión, conforme la planificación estratégica y operativa de la ENAMI EP.
