POR: LEONARDO RIVADENEIRA
Es un tanto folklórica la actitud de ciertos ciudadanos que
siendo simpatizantes de determinados políticos los elevan a un nivel de ídolos,
ellos al principio se sorprenden, luego les gusta esa preferencia, ese adulo. La
mayoría de los que están a su lado hacen esfuerzos por buscar una idea para
hacerlos sentir bien y probablemente asegurar el cargo que desempeñan en las
instituciones que sus ídolos administran.
Esa forma de ser de los adulones de turno la hace daño a los
políticos considerados, significativos, valiosos, interesantes, porque los
convierten en intrascendentes, los nuevos elegidos están obligados a cambiar de
mentalidad, de escoger lo bueno del uno y del otro para beneficiar a la
ciudadanía, hoy por ser jóvenes la mayoría de nuestras autoridades de
turno tienen también que cambiar de visión, no se puede seguir con la idea de
los anteriores porque el resultado es el que tenemos.
¿Qué tenemos? Salinas no tiene nada nuevo en los últimos años,
ahí el burgomaestre reelegido Daniel Cisneros debe elucubrar la manera de cómo
incrementar el turismo, lo del aeropuerto no le ha interesado, ojalá el proceso
para reactivar los casinos iniciado por el polémico Fernando Vargas se
cristalice, hay descuido en la arborización, en el embellecimiento, con ello la
ciudad no se hace atractiva para los turistas.
Lo mismo en La Libertad, hay un nuevo alcalde Víctor Valdivieso,
presentó en campaña algunos proyectos interesantes hay que ver si puede atraer inversionistas
a una ciudad conflictiva en todos los ámbitos con deficiencias y pocos lugares
agradables a la vista
En Santa Elena, la capital de la provincia hay mucho por
hacer, tanto en la urbe como en las parroquias rurales que en caso se
planifique un turismo en crecimiento pueden ser potenciales generadores de divisas. Santa Elena desgraciadamente está llena de casas pobres,
antiguas y desprovista de belleza, da un aspecto deplorable y no genera turismo.
En términos generales, ¿cómo puede llegar el turismo a la
provincia?, solo planificando en todos los ámbitos, ya lo he dicho hasta el
cansancio, si los municipios no tienen un libro que muestren sus virtudes, ¿cómo
vamos a interesar al turista?
Hay un error de criterio entre nuestras autoridades, en su afán
de sacar réditos desde el vamos, seguirán con la necedad de canchas y más
canchas, el turismo no solo es deporte, es cultura, acá tenemos a Valdivia la
civilización más antigua y no le hemos sacado provecho.
No quieren invertir en salones y concursos de arte, en
esculturas gigantes, quizás porque los adulones no tienen esas cualidades, así
la provincia seguirá por un tiempo más como un pueblo, a la espera de la
planificación que genere empleo para jóvenes y mayores. Ellos saben del
desempleo masivo de esos jóvenes porque le están diciendo al oído que quieren
laborar.
El prefecto José Daniel Villao tendrá que asumir ciertas decisiones
que no se han tomado, en muchas áreas en tanto tiempo, de lo contrario no
trascenderá en beneficio de la provincia.
Regir una provincia donde no se hace lo adecuado es condenar
a jóvenes que dieron su voto a seguir en la pobreza.