Es lamentable observar una actitud inusual contra los
comunicadores sociales en la provincia de Santa Elena, ni en la época del
gobierno anterior los periodistas locales fueron vejados como ahora, actitudes
repudiables de simpatizantes o empleados de partidos o movimientos políticos
locales.
Hace pocas semanas Omar Toledo del medio escrito El Observador
fue obligado a abandonar una institución municipal con un pretexto
intrascendente que lo sobre dimensionaron.
Hace dos días Armando Zamora de El Bacán es prácticamente expulsado
de cubrir la noticia sobre el problema que mantiene el alcalde Antonio Espinoza
por unos simpatizantes
El hecho que estemos cercanos a las elecciones seccionales
no les da derecho a los líderes políticos de atropellar a las personas por que
afectan su imagen
Ellos mismos en su intento de mantener buena imagen en las
entidades seccionales que administran se acercan a través de su departamento pertinente
a los medios de comunicación de su preferencia a pautar publicidad
Otros medios son marginados, esas son sus decisiones, y están en su derecho, ellos me imagino que
harán un estudio de medios y sacarán sus conclusiones y sus preferencias.
Tampoco es obligación de los medios no preferidos, ser
serviles a su plan de trabajo, cada medio decide lo que es conveniente o no
para informar a la ciudadanía.
En una provincia como Santa Elena donde todos se conocen es
fácil darse cuenta quienes son medios investigativos e imparciales y quiénes
no.
La ciudadanía percibe quienes son esos medios no es
necesario mencionarlos, eso está en la mente de cada sujeto que lee, escucha o
ve.
Ahora proliferan los partidos políticos en Santa Elena lo
mismo sucede con los medios de comunicación hay muchos, cada medio intenta sobrevivir,
en esa circunstancia son los mismos partidos que se acercan a los medios para
que la noticia tenga cierta preferencia.
Algunos medios aceptan esa posibilidad otros no. Aún, así,
los directores de los medios pueden cambiar su forma de pensar, y lo que antes
veían como bueno, ahora lo ven como malo.
Que ellos actúen de esa manera no habilita a los líderes
políticos a ordenar su expulsión de donde está la noticia.
Así como los políticos cambian de parecer y de camiseta los
periodistas también están en libertad de hacerlo, lo no ético es hacerlo por
dinero extra.
Este fenómeno se da porque estamos cercanos al proceso
electoral, una vez terminadas las elecciones volverán las aguas a su cauce
normal, los mismos empleados, asesores o simpatizantes de turno desaparecerán
si el candidato pierde las elecciones.
Por ahora es necesario que los líderes políticos mantengan
la madurez necesaria para que sus simpatizantes o empleados no cometan exceso
porque determinado medio escarba sus
errores, lo conveniente es que no lo cometan, que sean puros, eficaces,
situación que no se está dando en la mayoría de los administradores de la
provincia.