La consulta popular es historia, sorpresivamente el pueblo
santaelenense hasta hace unos meses fiel a las propuestas correístas a quien le dio su apoyo consecutivamente, hoy
cambia de rumbo, las causas de este efecto han sido probablemente las noticias
sobre los actos de corrupción que se dieron a nivel nacional.
Esa corrupción también ha existido en la provincia de Santa
Elena en menor escala, aunque ciertos medios no lo publiquen el vox populi da
cuenta de personajes de primero, segundo y tercer orden que aprovecharon la
cosa pública para hacer su agosto, ante ello el pueblo se ha rebelado.
Esto recién comienza, gracias a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) los ciudadanos de los tres cantones de la
provincia se pueden informar casi de inmediato de estos tipos de actos reñidos
con la moral y cuestionan en las redes sociales a uno u otro líder de elección
popular. Vivimos una era de interactividad, donde los medios digitales son base
y esperanza de una ciudadanía que no ve cambio en su entorno.
Más vale la transformación ha ido por otros lados, por el
lado de los líderes, esos líderes de elección popular han mostrado cambios en
su economía, algo raro en una provincia pobre, quienes deben encargarse de esas
realidades no son los medios, son las autoridades de control como fiscalía y
contraloría para nombrar dos.
Pero el pueblo santaelenense también duda de ellos, porque hasta
ahora se conoce de algún alcalde, prefecto, presidente de junta parroquial y
más funcionarios públicos que hayan cometido algún dolo.
Aunque los políticos tradicionales creen que van a seguir en
ese proceso de visitar a los pobres ciudadanos, y ofrecerles uniformes, pelotas
de fútbol, víveres y hasta empleo para que le paguen con votos. Hoy después de
tantos años de marginación los ciudadanos piensan diferente y cogerán el uniforme
y todo lo que le den, pero, votarán por quien creen
Hasta ahora esa política cómoda les ha dado resultado, sin
embargo, con las Tecnologías de laIinformación y la Comunicación, su labor
pasada ha quedado grabada, es decir su historia política, para muchos será un
lastre, aunque ellos justifiquen que un parque, una edificación o una avenida
costó un millón de dólares cuando en realidad vale medio millón, el pueblo se
da cuenta que algo raro pasa y pierden credibilidad, pero, ellos no se percatan.
Así la tecnología juega en contra de los políticos cuando
tienen un accionar dudoso, ha quedado colgado para siempre en los medios de
comunicación digital su labor impropia que saldrá a la luz pública nuevamente cuando
estén en campaña.
Así los ciudadanos recordarán con facilidad las obras de los
que quieren seguir en el poder político, mientras la provincia nada entre pobreza
y falta de empleo