Desde 1526 el navegante Bartolomé Ruiz daba cuenta de la existencia
de la península de Santa Elena, los historiadores también afirman que el 18 de
Agosto de 1527 llegaron las huestes de Pizarro a la península no para quedarse
sino para proseguir en la búsqueda de los tesoros Incas.
Sin embargo, el 18 de agosto se ha convertido en una fiesta
tradicional para los santaleneneses, que no escudriñan en el porqué de la fecha
sino en lo que sucede en esos días.
Las instituciones, educativas, sociales, gubernamentales, los
Gads municipales y parroquiales desfilan saludando a los ciudadanos, el
burgomaestre del cantón Santa Elena encargado de los festejos, por lo regular
da su mensaje y hace hincapié en su labor administrativa presentando obras a la
ciudadanía.
Convirtiéndose el 18 de agosto en una fiesta costumbrista,
donde los peninsulares disfrutan del desfile, de los bailes y comparsas, de los
artistas, del festival de las orquestas, y alguna que otra presentación
cultural sobre el tema.
Una fecha que debe hacernos recapacitar sobre cómo la conquista
española afectó el rumbo y los hábitos de nuestros pueblos.
Fue un descubrimiento para los europeos todo el continente
americano, los descubrimientos suceden muchas veces por accidente. Colón
planificó llegar a la India en busca de las especies y encontró un paraíso
terrenal que luego se denominó América en honor a Américo Vespuccio.
Nos impusieron su cultura, absorbieron algo de la nuestra,
se aprovecharon de nuestros tesoros y así comenzó la metamorfosis de los
nativos americanos.
Santa Elena celebra el 18 de agosto probablemente, sin
recordar las matanzas que ocasionaron las tropas de Pizarro, que equivocadamente
mantiene un pequeño monumento en Ballenita que debería ser retirado y guardado
en un museo. .
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