Bien por los festejos efectuados por la provincialización,
mejor aún la llegada de los turistas en este largo feriado. Solo los
santaelenenses nativos o no, pueden dar constancia de los sinsabores, marginación
y olvido en que se encontraban. Para cambiar esa realidad, el pueblo que
parecía apacible, sacó de su interior esa garra valdiviana, Huancavilca y logró
su cometido.
Eso recordando el pasado, donde miles de pobladores apoyaron
a los líderes seccionales de turno para acelerar la provincialización
Nueve años después de esa gesta de independencia política,
hay que decantar tanta emoción, y sacar conclusiones, cuántos peninsulares soñaron que la
provincialización cambiaría el futuro de su familia, este proceso a algunos en
pequeño porcentaje le mejoró su vida, por el contrario una mayoría sigue
esperando esa oportunidad
Si les preguntamos a los políticos de turno sobre el progreso
local, ellos van a decir que efectivamente se ha progresado mucho, pero si
hacemos una análisis imparcial, la realidad es diferente.
Observando la infraestructura de los servicios básicos y la
arquitectura urbana en los 3 cantones podemos darnos cuenta visualmente de
muchas necesidades para sus habitantes. Solapada por ciertos políticos de vieja
data y nuevos que van cayendo en el mismo juego de escalar posiciones, mejorar
su economía y después ver como ayudan a 366.000 habitantes.
Una vez en el poder a los políticos se les hace difícil cumplir
lo ofrecido, como resultante encontramos a un pueblo casi en las mismas
condiciones que antes, con el agravante palpado por el pueblo de que ciertos
medios de comunicación hacen silencio ante esta realidad lacerante, al no
informar temas cruciales, como la contaminación, el irregular servicio de agua
potable, electricidad y más.
Por otro lado se observa un nivel de corrupción alarmante
que en poco tiempo ocasionará la protesta masiva de la ciudadanía.
La mediocridad de los personajes inmiscuidos en la política le
está haciendo un mal a nuestra sociedad, al mantener un lento progreso producto
de la inexperiencia e ignorancia en algunos casos.
Celebremos la provincialización con todo el entusiasmo, pero
no descuidemos la labor de quienes tienen la responsabilidad de llevarnos
adelante.