Con ciertas excepciones la provincia
de Santa Elena no ha podido contar con verdaderos asambleístas que a través de
leyes promuevan el progreso de la provincia
de Santa Elena, peor en esa último período donde la aplanadora gubernamental
impone su criterio así tengamos razón en nuestras necesidades de progreso
Aparentemente el sueldo de un
asambleísta es similar a un alcalde o prefecto, pero, porqué el interés de los
políticos por ese cargo es menor, eso crea suspicacia, pensando sanamente
podríamos decir, que los políticos desean los cargos de los GAD para servir directamente al pueblo, en sus
necesidades básicas, que irónicamente hasta el presente no se concreta
En esta segunda década del siglo
XXI los próximos candidatos provinciales deben ser más preparados, de tal forma
que esos recorridos que hacen visitando al pueblo, les permita sensibilizarse
de la realidad, triste, grave para un
gran porcentaje de pobladores que no encuentran la manera de salir adelante.
Esos políticos de domingo, de
padrinazgo, de que caen bien y por eso te pongo deben desaparecer, esos han
hecho mucho daño a la provincia por su incapacidad y ambición personal
desmedida.
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