La mayoría de las personas que trascendieron en la historia han sido por que
demostraron conocimiento no por su fortuna, prueba de ello son Platón, Socrates, Leonardo da Vinci, Newton, Einstein, Montalvo y más, el conocimiento es el legado para
las futuras generaciones, sin embargo, al ignorante, que desea llegar rápido
a la meta de los bienes materiales, eso no le importa, en ese campo caen
algunos políticos que ansían ganar una elección para su prosperidad y la de su
clan familiar y no para servir verdaderamente a una comunidad que en la mayoría
de los casos muestra signos de pobreza, donde los servicios básicos en este
segunda década del siglo XXI son propuestas de los municipios y aspiración de
los pobladores
Un caso especial surgió en La Libertad en la última elección
del 2014, se polarizaron las estrategias para elegir al burgomaestre, y
equivocadamente ciertos partidos influyentes apoyaron subliminalmente la idea
de que cualquier candidato era mejor que Marco Chango, porque supuestamente
este no había dado la talla para ser burgomaestre, en esa polarización
eligieron al alcalde Antonio Espinoza como la solución para lograr acelerar el
progreso de La Libertad
¡Oh! Sorpresa la elección del burgomaestre Espinoza ha
resultado un fiasco para la población, en su curriculum su mayor aporte ha sido
haberse matriculado para estudiar medicina, el resto es insustancial, la mayoría
lo conoce por haber dirigido un negocio de venta de encebollado, eso no es recriminable, porque con mucho
esfuerzo en una ciudad pequeña subsistía él y su familia. lo reprochable es que
durante ese tiempo, si él soñaba o tenía la idea que iba a ser burgomaestre por
qué no se preparó, como personaje del pueblo conocía las necesidades de la ciudad y los cambios que
motivaría el progreso de sus “friends”
Pasado dos años de su gestión Espinoza es probablemente el
alcalde con menor simpatía de los tres que gobiernan esta provincia, famoso por
sus errores al desconocer la ciencia porque un futuro médico, poco sabría de construcción,
hidráulica, arqueología y más, esa ignorancia aflora al contratar el
alcantarillado, el parque central de la ciudad (un desperdicio de dinero) lo
que ha ocasionado su cuestionamiento al aprobar esos sendos contratos con
protestas de las compañía oferentes, y análisis de Contraloría y fiscalía,
hasta el Sercop por no respetar los pliegos básicos. Así la ciudad posterga su
progreso y se cumple el refrán “La ignorancia es atrevida”