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| Leonardo Rivadeneira |
Los asambleístas nuestros poco podrán hacer por la provincia de Santa Elena, los que se van tampoco lo han hecho. En la práctica los elegidos se convierten en parte de una institución que lucha para que a través de leyes mejoremos las condiciones de vida de los ecuatorianos.
Mí preocupación es por la poca argumentación de nuestros candidatos, unos faltos de preparación y conocimiento, lo pude palpar en un debate que me tocó hacer la función de moderador, organizado por el pueblo cholo del Ecuador.
El CNE dio el triunfo oficial a Vanessa Fajardo, Noralma Zambrano y Daniel Cisneros, que les vaya bien en la próxima asamblea, que tomen el cargo con seriedad.
El próximo año se viene otra elección que abarca las prefecturas, alcaldías, concejalías y presidentes de juntas parroquiales.
Para estos cargos el pueblo tendrá que ser más analítico, más racional, de nuestra decisión, depende mucho, pero mucho, el futuro de la provincia de Santa Elena, que en dos décadas no ha podido salir adelante, por la poca acción de nuestros gobernantes seccionales de elección popular.
Es vergonzoso observar a los políticos de siempre, que escogen como única plataforma promocional el que han participado activamente en lograr la provincialización, eso es lo normal, lo saludable. Lo anormal hubiera sido que habitantes de otras tierras se preocupen por Santa Elena.
Ojalá los próximos candidatos sean personas preparadas no estoy hablando de que sean académicos, que tengan sentido común, que observen como nuestras ciudades adolecen de muchas necesidades y poco se hace por ello, debido a la mediocridad de nuestros elegidos, que tienen escasa visión de los que es progreso, se niegan a aprender lo bueno, por eso nuestras ciudades presentan estas imágenes deplorables.
Nuestros líderes no alcanzan a comprender que una provincia para convertirse en modelo de desarrollo, debe introducir cambios sustanciales. Teniendo todo para progresar seguimos como la provincia menos productiva del país.
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