Muchas veces cuando al pueblo, especialmente al de bajos recursos se le pregunta sobre si tiene esperanza de la equidad social, esperanza de la justicia social, es decir tratar de que crean en la justicia social, ellos contestan: que no saben qué es eso de justicia social, porque ellos nacieron pobres y siguen pobres, para ellos no hay buenas nuevas, la tan proyectada palabrería de cambios en su estatus económico es un sueño, una esperanza lejana por el momento.
Hay hambre de justicia social en el mundo, en el país y no podía ser de otra manera, también hay hambre de justicia social en la provincia de Santa Elena. Porque la pobreza nos rodea, nos abraza, nos aprieta en pleno siglo XXI, cuando debería en esta segunda década de este siglo haberse cumplido con los servicios de las necesidades básicas de todos los pueblos en el país, al no haberse logrado, ahora se han impuesto nuevas metas los municipios en el Ecuador: para el 2017 se espera cubrir en un 95 % los servicios de agua potable y alcantarillado, con la ayuda del gobierno.
En este proceso de estancamiento tienen culpa todos los que han intervenido políticamente en las últimas décadas en este entorno hoy llamado provincia. Nos imaginamos que los políticos en aquel entonces no tenían mucha capacidad, lo decimos, al observar a la provincia en estas condiciones.
No somos los comunicadores, los que debemos indicarle a los políticos de nuestra provincia lo que deben hacer por los ciudadanos, si ellos, tanto como nosotros percibimos las realidades de escasez que tienen los santaelenenses ¿porqué no han hecho mucho por cambiar esta realidad que preocupa?
Se ha abusado de la ingenuidad de la ciudadanía, los políticos han sacado ventaja de un pueblo que les dio en su oportunidad la confianza a través del voto. Y la mayoría de ellos no han respondido a las expectativas de esa ciudadanía.
Los cambio sociales se darán generando ingresos económicos, a través de la producción. Y cómo desarrollar la producción: incrementando los negocios privados y con ello las fuentes de empleo, que pueden venir de distintas vertientes, puede ser el micro empleo, o el emprendimiento a todo nivel, parece que esta última es una gran opción en la provincia de Santa Elena, a falta de grandes proyectos, y la despreocupación de los municipios por el turismo, no queda más que ser prácticos y dejar de esperar.
